
Ambiente y océanos, transporte e inseguridad: esas son las prioridades para Francia a la hora de cooperar con Costa Rica. En una visita reciente, la diputada de la Asamblea Nacional francesa Éléonore Caroit compartió con Revista Dominical su visión de los lazos entre ambos países y lo que inquieta a la potencia europea sobre lo que acontece en nuestro país.
Caroit, miembro del partido La République En Marche y aliada del presidente Emmanuel Macron, representa a la segunda circunscripción de los franceses en el extranjero, América Latina y el Caribe. Es decir, su visita fue justamente para hablar con los ciudadanos que representante, unas 3.000 personas registradas que ostentan la nacionalidad francesa en Costa Rica.
Antes de su encuentro con sus conciudadanos en la Alianza Francesa, en barrio Amón, conversamos con la legisladora franco-dominicana en exclusiva. Recién llegaba de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde trabajó en un tema que Francia y Costa Rica llevan en conjunto: la protección de los océanos.
Justo ayer (24 de setiembre) se anunciaba que se rompía el límite de la acidificación del océano, precisamente uno de los límites planetarios. Es decir, claramente estamos en un momento crítico para los oceanos del mundo. ¿Usted valora que realmente hay compromiso de parte de los países, en caso firmantes, por llevar adelante una agenda en este momento tan particular?
Es que hay, como usted dice, una emergencia, hay que actuar, no podemos no hacerlo. Otra cosa que pasó esta semana en la ONU fue el discurso del presidente Donald Trump, quien cuestiona la existencia del cambio climático. Cuando uno está frente a ese tipo de resistencia y de negación de la realidad científica, es todavía más urgente actuar.
“Se habla de la acidificación, pero también de la pérdida de la biodiversidad marítima y la cuestión de los corales, en la cual estoy muy implicada. Todos los indicadores están en rojo y nos dicen que tenemos que actuar inmediatamente y por eso es uno de los más grandes compromisos que tengo como legisladora”.
¿Le parece que, tal vez, muchos gobiernos del mundo no tienen claro el impacto económico que puede tener la degradación de la biodiversidad y de la salud de los océanos?
El océano es el principal regulador de la producción de carbono; el océano es el que nos permite respirar realmente. El tema económico es fundamental, quizás se desconocía hasta hace poco, pero cada vez está más en las agendas.
“De hecho, durante la conferencia de junio, en Niza, hubo una charla sobre la economía azul y sobre lo que trae el océano. Conocemos el producto positivo y las pérdidas también, el impacto económico que tiene el deterioro del océano. Es muchísimo más caro no hacer nada que actuar de manera proactiva para proteger la biodiversidad y el clima”.
¿Cómo valora usted la capacidad de acción de países como Costa Rica en este aspecto?
Países como Costa Rica son muy interesantes porque son pequeños, en desarrollo, pero han tenido una posición muy firme desde hace mucho tiempo. Entonces son voceros.
“Por ejemplo, en la minería submarina, Costa Rica fue quien abrió la puerta hacia una coalición de países que ahora entiende que se necesita una pausa de precaución o, según pensamos en Francia, una prohibición de la minería submarina por razones que a mí me parecen obvias, pero que no lo son para todo el mundo: que obviamente se va a destruir la biodiversidad marítima que ni siquiera conocemos.
“(...) En este momento Costa Rica sí está actuando de una manera asertiva y propositiva en ese aspecto. No conozco de todos los detalles de las políticas internas costarricenses que se han estado implementando, y sí creo que Costa Rica, como todos los países en el mundo tiene que hacer muchísimo más, porque la emergencia está ahí.

“No es para autocongratularse, pero lo que veo de Costa Rica en las instancias internacionales es que tiene una voz muy clara, muy firme sobre el tema de protección de los océanos y que eso lo ha llevado desde hace ya varios años”.

Como representante de la América Latina y el Caribe, hay otros temas que están en la palestra. Entre ellos, los cambios de política económica de parte de Trump, del comercio exterior. Eso coloca en posiciones muy vulnerables a países como Costa Rica. Francia, como uno de los motores económicos de la Unión Europea, ¿cómo valora esas posibilidades que se abren para intensificar, modificar p incentivar más comercio con los países de América Latina?
De hecho es un tema que impulso desde que fui electa y que ahora impulso con todavía más razón. A mí me parecía esto evidente antes de que llegara el poder Donald Trump y que pusiera estos aranceles. La Unión Europea tiene un acuerdo ahora con Estados Unidos donde hay una imposición de 15% arancelario en casi todos los productos.
Costa Rica también.
En ese sentido, creo que estamos en la misma situación y que lo que para mí era una evidencia desde antes, ahora se vuelve una absoluta necesidad. Además, compartimos valores. Podemos tener diferencias si los gobiernos son de izquierda, de derecha, de si son más o menos cercanos con diferentes países de la región. Pero en general, Francia y los países latinoamericanos comparten valores, una historia común, reconocimiento de sus independencias; somos de los primeros países en haber cooperado.
“Además, Costa Rica tiene el aprendizaje del idioma francés y, de hecho, estamos dando esta entrevista aquí en la Alianza Francesa y eso es muy simbólico. Hay miles de razones por las cuales tenemos que reforzar nuestra cooperación económica y eso significa trabajar sobre temas normativos importantes como la reducción del uso de pesticidas, para que el comercio se facilite entre nuestros países porque tenemos una convergencia de regulatoria en ese sentido también”.
¿Cuáles son las principales oportunidades que usted ve para Costa Rica, para fortaleceres e intercambio económico con Francia?
Francia puede hacer muchas inversiones aquí en Costa Rica, sobre todo en temas de movilidad urbana. Creo que Francia puede hacer muchas inversiones aquí, sobre todo en temas de movilidad urbana.
“Por haber estado muchas veces en San José, creo que ese es un tema fundamental, porque el tiempo que uno pasa eh atascado en tapones, como decimos en República Dominicana... Es el el mismo tema. En ese sentido, Francia puede intervenir mucho. En temas de protección del medio ambiente, en temas de gestión del agua, de gestión de residuos, de reciclaje...”.

Costa Rica es uno de los principales exportadores: la piña, el banano y demás son protagónicos en los mercados europeos. Pero (el uso de agroquímicos y pesticidas) es una preocupación que surge una y otra vez, aquí y allá. ¿Cómo lo valora desde su perspectiva, desde la perspectiva de Francia?
Creo que uno tiene que entender la dimensión política del comercio internacional y de la particular realidad en materia agrícola. Nosotros tenemos que garantizar un mercado para nuestros agricultores, pero hay temas en los cuales no tenemos competencia o poca competencia y mercados en los cuales tenemos que reforzar las producciones y los intercambios.
“(El asunto de los agroquímicos) es un tema eh importante para nosotros; es un tema antes que nada de salud pública para el consumidor europeo o francés que recibe estos productos, pero también para los costarricenses.
“Mientras más se pueda cooperar, de nuevo, basados en ciencia y (pensando) en los efectos que pueden tener este tipo de productos, mejor; regularlos, mejorar las condiciones, hacer comercio justo (que también tiene un impacto en los precios).
“Todas estas dimensiones tienen que ser tomadas en cuenta, porque al final, el costo de la inacción o de no tomar en consideración lo que pueden tener esos agroquímicos y pesticidas en el medio ambiente es mucho más elevado que el costo de continuar utilizándolos para producciones”.
¿Está preocupada Francia por la intensificación del tráfico de drogas desde Costa Rica hacia Europa?
Sí, Francia está preocupada ocupada por la intensificación del tráfico de droga desde Latinoamérica hacia Europa y es la razón por la cual hemos desarrollado puestos de juecesvinculantes, jueces franceses que están en este territorio y que trabajan con sus homólogos.
“También muchas operaciones militares de las fuerzas militares francesas están basadas en nuestros territorios de ultramar, Guayana, Martinica, Guadalupe trabajan con la armada de países de la región o con fuerzas policiales. La clave es la cooperación internacional, porque lo que pasa aquí en Costa Rica, en Ecuador, en Colombia, tiene un impacto directo en las calles de Marsella y en las calles de París”.
¿Es algo que preocupe al gobierno de Francia que haya saltado la alarma por la inseguridad que vive Costa Rica en este momento?
En todo caso, es algo que a mí me preocupa porque yo represento a los franceses que viven aquí en Costa Rica, son la comunidad que me eligió como diputada y que yo defiendo. Ellos viven aquí en Costa Rica y viven la realidad del día a día de todos los costarricenses y ese aumento de la inseguridad es algo que me preocupa y de lo cual estoy muy pendiente.
“Es importante es que se pueda manejar este tema de manera eficiente, es decir, tratar el tema de los carteles de droga, del narcotráfico, de las bandas que están teniendo un impacto fuerte en este país y en otros de la región, pero al mismo tiempo siempre preservar el estado de derecho y el debido proceso”.
Trae a colación el debido proceso y el estado de derecho. En dos de los países de Centroamérica, eso está en una fractura muy significativa: El Salvador y Nicaragua. ¿Eso ha dificultado este tipo de colaboración de Francia y la región?
Tenemos relaciones diplomáticas, evidentemente, tanto con El Salvador como con Nicaragua. A nivel personal, en el Parlamento he depositado resolución para que se condenen las violaciones del estado de derecho y de los derechos humanos, en particular en Nicaragua, y creo que es muy importante que haya también una toma de conciencia a nivel parlamentario porque el tema de la seguridad no puede derivar en autoritarismo. Eso es algo de lo cual uno tiene que estar extremadamente vigilante en todos los lugares del mundo.
“(...) Como le decía, no es un tema de ruptura de nuestras relaciones diplomáticas ni mucho menos, pero es un tema que yo, como parlamentaria, y no hablo en nombre del gobierno francés, me alerta y me preocupa y del cual estoy pendiente, trabajando con otros parlamentarios de diferentes países”.
¿Cuáles son las principales oportunidades de de crecimiento de las relaciones y el intercambio entre Francia y Costa Rica que usted ve en este momento?
El tema de la biodiversidad, de la protección del medio ambiente y de las oportunidades, incluso económicas, que eso trae: la economía azul, pero también la economía verde. En ese sentido, tenemos un alineamiento de valores y podemos tener un alineamiento económico.
“Como decía, grandes proyectos de infraestructura. Francia tiene un verdadero ‘saber hacer’ en ese sentido y infraestructura también se une con el tema de de medioambiente, porque obviamente cuando uno está pensando en manejar residuos, manejar flujos de tráfico, pues tiene una dimensión medioambiental muy importante.
“Latinoamérica y Costa Rica en particular tienen centros urbanos que se han desarrollado de manera tentacular y sin verdadera planificación urbanística, y tienen varias necesidades en ese sentido también. Francia puede estar muy presente y hay una verdadera voluntad de Francia de cooperar, en particular a través de la Agencia Francesa del Desarrollo, de invertir en el desarrollo de países como Costa Rica”.
Bueno, ya que ha tenido la oportunidad de estar varias veces en Costa Rica, ¿qué es lo que más le gusta del país?
El problema es que siempre vengo aquí a trabajar y me quedo en San José. Tengo que ir a ver a las playas de Costa Rica y esta vez, desafortunadamente, no va a poder ser. Estoy muy contenta de estar en San José porque aquí tengo a más de la mitad de la población francesa que vive en el país, pero la próxima vez sí me encantaría ir a ver áreas marítimas protegidas, playas, las bellezas de la naturaleza de Costa Rica que son conocidas a través del mundo".
¿Cuáles son algunas de las principales inquietudes o preocupaciones que tienen los ciudadanos franceses residentes en Costa Rica?
Pues las mismas que tienen los costarricenses de cierto modo, porque de los franceses que viven aquí, hay una gran parte que son biculturales, como soy yo, y viven la realidad de los costarricenses. Ese tema de la inseguridad también es un tema que ellos viven.
“Hay un tema también de la preservación del idioma francés, del acceso para sus hijos al Liceo Franco Costaricense, pero también que se pueda mantener el vínculo con el idioma francés y con la cultura, poder acceder a su país, estar informado de la situación política de Francia”.
