La directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Shirley Calvo, conversó con Revista Dominical sobre la disminución en la llegada de turistas al país desde setiembre de 2024 y los retos que enfrenta el sector, responsable de cerca del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Uno de los principales desafíos que, según Calvo, podrían comprometer la competitividad de Costa Rica como destino turístico es la fuga de personal, así como la urgente necesidad de capacitación.
Por ejemplo, en las empresas de renta de vehículos no hay suficiente capital humano para atender la demanda. Esta situación se replica en los aeropuertos, principal punto de ingreso de turistas al país, donde —advierte Calvo— existe una evidente escasez de trabajadores para cubrir servicios esenciales, como las torres de control.
En mayo de 2024, por ejemplo, la Dirección General de Aviación Civil emitió una alerta en la que comunicaba a los operadores de la terminal aérea que no se contaría con el servicio de torre de control durante una noche completa.
Según informó en ese momento Juan Carlos Barquero Madrigal, tesorero de la Junta Directiva del Sindicato de Profesionales en Control de Tránsito Aéreo (Sitecna) y operador de la torre de control, la alerta se emitió luego de que uno de los controladores que estaba laborando se incapacitara. No había nadie que lo sustituyera.
Si bien se logró reanudar el servicio, la ausencia de controladores evidenció la vulnerabilidad del sistema.
— ¿Cuáles considera que son las principales necesidades en términos de formación profesional? ¿Nos hacen falta profesionales para incrementar la competitividad del país?
— La pandemia nos provocó una fuga de personal capacitado impresionante. Y claro, ¿cómo no? En pandemia, con temporada cero, nuestros profesionales tenían que buscar qué hacer y probablemente se colocaron en otras actividades económicas. La vuelta no ha sido tan fácil.
“Estamos con un déficit de talento humano muy grande. No hay personas nacionales capacitadas para poder asumir los trabajos y finalmente termina empleándose cualquier persona, de cualquier nacionalidad, por cualquier salario. Eso no está bien.
“No hubo una contención para buscar que las personas volvieran al sector turístico en mejores condiciones y las personas que están trabajando probablemente van a requerir de una capacitación que creemos que debería flexibilizarse. Claramente hay un vacío, hay una necesidad, pero también hay una traba, por decirlo de alguna manera, en que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) pueda atender de manera más pronta estas necesidades”.

“Deberían de ser certificaciones técnicas, no carreras. Quien quiera cursar una carrera completa a nivel de todos los grados académicos está muy bien en el sector turístico, pero pequeñas certificaciones que validen habilidades, destrezas, podría ser una buena forma de atraer rápidamente a tantas personas que están sin empleo en este momento, que, con un pequeño acompañamiento, puedan encontrar en el sector turístico empleo de manera rápida, y sobre todo en áreas en donde ya estamos viendo inversiones que van a requerir de muchas personas capacitadas, como es en el caso de Guanacaste.
“Pero no solo ahí: si volvemos a ver el Caribe Sur, es la misma situación; si volvemos a ver la zona sur-sur, también; si lo vemos aquí en el Valle Central, basta con pasar por todos los hoteles de San José, por ejemplo, o en los ”rent a car", si tienen todas las personas que requieren.
“No son actividades de una formación muy amplia, sino que son técnicos no calificados o personas con conocimientos no tan especializados que podrían estar trabajando.”
Revista Dominical solicitó a Canatur datos precisos sobre el déficit de personal; sin embargo, aseguraron que por el momento no se conoce un dato preciso.