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Conforme aumenta el índice de libertad, así crece el ingreso per cápita. (Shutterstock)
Una preocupación por el aumento de la desigualdad en la distribución de los ingresos se acrecienta a escala mundial. Primero, debemos preguntar: ¿Está la desigualdad correctamente medida? Segundo, ¿qué dicen los datos? Pobreza y desigualdad, ¿están correlacionadas: cuanta más riqueza en un país, mayor es la desigualdad ? ¿Cuál es la forma más eficiente de disminuir la desigualdad?
El Banco Mundial recoge datos del índice de Gini. El valor fluctúa entre 0 y 100: cuanto más cercano esté el valor a 100, significa mayor desigualdad. En el 2020, Costa Rica alcanzó un Gini de 49,3 y ocupó el 14.° lugar en una lista de 135 países. En América Latina, Brasil, Colombia, Panamá y Guatemala la superan en desigualdad.
El problema de medir lo que se busca medir es que el índice refleja la desigualdad en ingresos, no en consumo, y calculado antes de pagar impuestos y recibir transferencias.
Supongamos que existen dos países A y B, con el mismo índice de Gini, pero B cuenta con más programas redistributivos, como seguridad social, educación pública, asistencia alimentaria, etc., financiados con el pago de impuestos más altos.
Aunque el índice es igual en ambos países, en B existe menor desigual distribución de ingresos, ya que no tomó en cuenta que mediante los impuestos se quitó ingresos a un grupo de la población para trasladarlos en servicios consumidos a otros sectores. Países de corte redistributivo como Costa Rica promedian un índice de Gini más elevado de lo que la verdadera desigualdad de consumo es, por ende, en esos países el problema no es tan grave como se pinta.
¿Estará la desigualdad correlacionada con la riqueza, es decir, que en los países más ricos existe también gran desigualdad? Los datos del Banco Mundial (BM) indican lo contrario: donde hay más riqueza, hay menos desigualdad. Según el BM, el ingreso per cápita costarricense llega a los $19.930.
Pero, si bien la desigualdad no aumenta conforme el ingreso per cápita sube, ¿será más bien la pobreza crítica la que se incrementa? Los datos que el BM recoge tampoco lo confirman.
De acuerdo con el BM, para los estándares de Costa Rica, la pobreza crítica es del 30 %. Pero, de nuevo, antes de medir los programas de redistribución. La cifra correspondiente a pobreza crítica de consumo es más favorable.
Parece, entonces, que la manera de disminuir la desigualdad y la pobreza crítica es por medio del aumento del ingreso per cápita. ¿Y qué dicen los datos? El Instituto Cato junto con el Instituto Fraser de Canadá publican para 165 países el índice de libertad, basado en indicadores de libertad económica, personal y civil.
Entre los factores que componen el índice, figuran tamaño del gobierno, respeto a los derechos de propiedad y al sistema legal, estabilidad de la moneda, libertad de comerciar internacionalmente y cantidad de regulaciones.
Costa Rica sale bien ubicada en la región Latinoamericana y del Caribe, en la posición número 3, detrás de las Bahamas y Chile. Si analizamos la relación estadística entre ingreso per cápita y el índice de libertad, vemos que, según aumenta el índice de libertad, así crece el ingreso per cápita.
Ingreso per cápita en función del IL
FUENTE: Instituto Cato. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Los datos demuestran que, si queremos disminuir la pobreza y la desigualdad, la vía es la promoción de la libertad económica.
Con respecto a desigualdad, pobreza crítica, ingreso per cápita y libertad económica, a Costa Rica le es posible estar mejor, aunque en el concierto de naciones los datos ya la posicionan favorablemente.
Cabe recordar una cita de Milton Friedman: “Una sociedad que pone igualdad antes que libertad no tendrá ninguna de las dos. Una sociedad que pone libertad antes que igualdad obtendrá grandes cantidades de ambas”.
hermogenes.tico.moreno@gmail.com
El autor es ingeniero.