Editorial


No es comprensible que si mueren casi 1.000 personas al año en las vías, apenas haya un puñado de 628 oficiales vigilando las calles. El informe del Foro Internacional de Transporte vino a evidenciar, con la tasa de muertes en carretera más alta de la OCDE, la necesidad de dejar los discursos y tomar acciones.