
Hace unos días y por primera vez en este 2025, la Reserva Federal de Estados Unidos redujo sus tasas de interés de referencia un cuarto de punto (25 puntos básicos o 0,25%), con lo que estableció un nuevo corredor de tasas de entre 4%% y 4,25% (diciembre 2024, entre 4,25% y 4,50%).
De los 12 gobernadores, 11 votaron a favor de la decisión y uno (recién nombrado para completar el periodo restante, de la gobernadora Kugler, cuyo nombramiento expira en enero próximo, pero renunció en agosto pasado), votó en contra, alegando preferir una reducción de medio punto (50 puntos básicos o 0,50%).
Fundamentos económicos
A la fecha, las estimaciones para la economía del citado país indican un crecimiento del PIB real de 1,6% para el año en curso; llegaría a 1,9% en 2027. La inflación vigente de 3% se explica en parte por el aumento de precios en muebles y electrodomésticos, derivados de medidas arancelarias. Se espera que hacia 2028 este indicador tienda al 2%, empatando con el objetivo de largo plazo ubicado en ese mismo valor.
Por otro lado, el desempleo se espera que pase del 4,5% actual al 4,2% en 2028. Las diferentes fuentes coinciden en la merma del mercado laboral como consecuencia de la incertidumbre no solo en el plano local, sino también en el internacional, aunado esto a la menor inmigración y a los recortes del gasto federal. Dichos razonamientos, entre otros, inclinaron la balanza en el seno del comité a favor de la reducción de tasas.
Mercado laboral cede
En este 2025, el promedio mensual hasta julio pasado reportó unas 85.000 contrataciones, mientras que a ese mismo mes de 2022 promediaba 466.000; en 2023 bajó a 240.000 y en 2024 se redujo a 153.000. El pasado mes de agosto, el dato fue de 22.000 empleos, muy por debajo del dato esperado por los mercados de unos 75.000 u 80.000 puestos.
Entre las actividades generadoras de empleo, están la hospitalidad, los servicios, el comercio minorista, la educación privada y la salud, y, han perdido empleos los servicios profesionales, el gobierno, la manufactura y el comercio mayorista.
Impactos de la reducción de tasas
A lo interno de la economía de EE. UU., enumeramos algunos impactos.
Primero, la reducción de tasas para sus ciudadanos y empresas significaría una reducción de las cuotas de sus obligaciones crediticias, lo que les permitirá mejorar sus disponibilidades de efectivo e ingresos.
Segundo, como consecuencia de lo anterior, se impulsarían el consumo, el ahorro y la inversión; asimismo, la producción, el empleo, la confianza y el clima de negocios.
Esta secuencia de eventos gana sustento, ante la expectativa en los mercados de posibles recortes adicionales, en las reuniones calendarizadas para este octubre y diciembre próximo.
Tercero, las menores tasas estimularían la salida de dólares estadounidenses hacia economías emergentes en busca de mayores rentabilidades relativas, lo que aumentaría la oferta de divisas en los países receptores y, a la larga, presionaría a la baja del tipo de cambio.
Cuarto, los países con deudas en dólares y financiadas con tasas internacionales percibirán un alivio en sus programaciones de amortización y servicio.
Quinto, el dólar estadounidense tiende a depreciarse, otorgando más capacidad de compra a otras monedas, lo que hace más atractivas sus exportaciones, y favorece su colocación en el mercado mundial y su posicionamiento comercial global.
Impacto en la economía costarricense
El impacto esperado en nuestro terruño sería que las tasas en dólares tiendan a la baja. Esto aliviaría la carga financiera tanto para créditos personales como para organizaciones públicas y privadas, y haría mejorar sus perfiles de riesgo crediticio. Igualmente, puede estimular el endeudamiento en esa moneda, a contrapelo del mandato monetario de “desdolarizar" el crédito, sobre todo a los no generadores de ingresos en esa moneda.
Si en la economía estadounidense ocurre el ciclo arriba explicado, lo que favorecería la disponibilidad de ingresos, esto podría estimular las exportaciones costarricenses a dicho mercado.
Además, si desde allá salieran dólares en busca de mejores condiciones de inversión y alguna porción ingresara a Costa Rica, se ampliaría la oferta de esa divisa. De concretarse ambos impactos, uno de ellos o inclusive ninguno, en el entorno vigente, no se otean presiones alcistas en el tipo de cambio, al menos no en el corto plazo.
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Manuel Zúñiga García es economista.