
Un grupo cantonal tiene atrapado al PLN. Enviará a la agrupación a las elecciones nacionales sin la posibilidad de acceder a financiamiento estatal para pagar los gastos de campaña. Se trata de la asamblea liberacionista de San Ramón.
Los dirigentes se han negado a sesionar en 11 ocasiones para elegir a su comité local y a sus delegados. Este es el único grupo cantonal que no ha hecho su tarea en las tiendas verdiblancas. Y el TSE no les dará deuda política a los partidos que no completen este proceso.
En un principio, todo parecía girar alrededor de una disputa por las candidaturas a diputado del PLN por Alajuela, pero ya huele a otra cosa.
Huele a que se descubrió un portillo para maniatar la campaña de todo un partido político. Alguien o algunos, con posición de poder o influencia, estarían aprovechando la situación para cerrarle la llave del financiamiento estatal.
Difícilmente un banco va a otorgar crédito a un partido que no puede garantizar el reembolso.
El candidato Álvaro Ramos entabló conversaciones con el exalcalde de San Ramón, Nixon Ureña, pero aun así no se alcanzó el cuórum necesario en la sesión del sábado 6 de setiembre. Ese día, apenas se hicieron presentes 40 delegados de los 54 necesarios.
Ante esta situación inédita, el PLN, acostumbrado a invertir grandes cantidades de dinero en las campañas, debería tener entre sus escenarios la opción de efectuar una campaña austera. Las últimas dos elecciones han demostrado que el dinero no es garantía de votos.
En el 2022, el PLN gastó ¢4.902 millones y obtuvo 890.000 votos (para presidente y diputados), a razón de ¢5.500 por voto.
En cambio, el Frente Amplio invirtió solo ¢1.750 por voto, pues gastó ¢624 millones y obtuvo 355.560 sufragios.
Para cerrar esta columna, lo invito a hacer un ejercicio. Consiste en cambiar el nombre del PLN por el partido o tendencia de su preferencia en el siguiente titular: Un grupo cantonal dejó al PLN sin financiamiento estatal. ¿Qué tal estos ejemplos?
-Un grupo cantonal dejó a Pueblo Soberano sin financiamiento estatal.
-Un grupo cantonal dejó a Unidos Podemos sin financiamiento estatal.
-Un grupo cantonal dejó al Frente Amplio sin financiamiento estatal.
-Un grupo cantonal dejó al PUSC sin financiamiento estatal.
El resultado es el mismo: estamos ante el riesgo de que cualquier grupo secuestre un partido político con una medida antidemocrática. ¿Debería el TSE sopesar este factor?