Algo extraño pasa entre los diputados del PUSC, porque me cuesta creer que la casualidad sea la razón de sus recurrentes historias de traiciones, resentimientos y pleitos intestinos.
Basta con repasar titulares publicados los 1.° de mayo de los últimos años, para confirmar que los legisladores de la Unidad Social Cristiana (PUSC) suelen vivir luchas encarnizadas en cada elección de puestos. Veamos algunos:
-1.° de mayo del 2014: “Diputado Humberto Vargas reconoce ruptura en fracción del PUSC.
-1.° de mayo del 2020: “Segunda derrota al hilo deja profunda herida en el PUSC con acusaciones intestinas (unos hablaron de negociaciones por debajo de la mesa y otros de malos perdedores)“.
-29 de abril del 2024: “Jefe del PUSC achaca resentimiento a dos de sus diputados”.
-1.° de mayo del 2024: “PUSC se convirtió en el gran perdedor del 1.° de mayo".
-1.° de mayo del 2024: “El PUSC está fracturado”.
Y, por si fuera poco, repasemos lo sucedido este año. La Unidad tenía la opción de ganar la primera secretaría del Directorio y la vicepresidencia, luego de apoyar la reelección de Rodrigo Arias en la presidencia legislativa.
Sobre la primera secretaría, a la hora de la votación, surgieron dos candidatos dentro del mismo PUSC: Carlos Felipe García y Daniela Rojas. Esta última acusó a su compañero de traición. Según dijo, la fracción la había elegido a ella, pero él cambió de opinión sin avisar.
Finalmente, Carlos Felipe García derrotó a su copartidaria por un voto. Él acusó a la exjefa de fracción, María Marta Carballo, de hacer aseveraciones falsas en su contra, luego de que ella le cuestionó el apoyo de la fracción chavista.

En cuanto a la vicepresidencia, la ganó Vanessa Castro con holgura, aunque antes la fracción le había dado la espalda en su intención de alcanzar la presidencia legislativa.
Otro hecho relevante es que, en las negociaciones, participó Leslye Bojorges, quien se había separado de la fracción por estar investigado en el Caso Richter.
Hasta el candidato presidencial del PUSC, Juan Carlos Hidalgo, externó su frustración por el espectáculo.
La Unidad suele estar partida; uno se pregunta si existe un verdadero proyecto político más allá de alcanzar puestos. Por cierto, figuras socialcristianas han alcanzado puestos clave en los gobiernos del PAC y el de Rodrigo Chaves. ¿Hábiles no?