A mi esposo y a otros pensionados, clientes del Banco de Costa Rica, se nos ofreció una póliza colectiva de vida, de ¢5 millones, con una prima mensual de ¢3.000. Años después, esta subió un 500 %, o sea, a ¢16.000.
Quienes no pudieron seguir pagando se retiraron. Mi esposo conservó la póliza. El 30 de abril recibió una comunicación donde le avisan que la prima subirá, a partir de junio, un 25 % más el IVA. ¿Por qué el INS, con todo su poderío económico, trata así a los adultos mayores? Debería promulgarse una ley para obligar al INS a devolver los millones pagados, pues lograron el objetivo: la renuncia a seguir soportando esos abusos.
Mirian Ramírez López, Grecia

Libro en Correos
El correo electrónico y el número de teléfono de Box Correos no funcionan. Tengo semanas de recibir un mensaje para que remita la factura de un libro e igual cantidad de semanas de enviarla y escribirles explicando la naturaleza de la factura. Es un obsequio de la editorial como autor de un libro, pero sigo sin recibirlo. Temo perder el ejemplar. ¿Hasta cuándo Correos de Costa Rica resolverá este problema de años?
Carlos G. Murillo Zamora, San José
Monge no responde
El 25 de mayo hice una compra a través de la tienda virtual de Monge. Después de llenar los datos y hacer clic una vez en el botón para comprar, la página no se refrescó ni me llegó el comprobante a mi correo electrónico, aunque descontaron el monto.
Llamé por teléfono y envié un mensaje por correo electrónico a Tienda Monge. Por el primer medio, cuelgan de inmediato o sale una grabación que dice, literalmente, que tengo problemas. Tampoco ha sido posible la cancelación de la orden, por ende, el dinero está congelado en el banco.
Róger Acuña Valverde, Curridabat
Nulo apoyo
En respuesta a Giselle Camacho Gómez (Cartas, 26/5/21), le diré que, al parecer, no hay otros medios y no se ayuda al consumidor. Hace unos ocho años fui víctima del incumplimiento de un viaje para avistamiento de ballenas. Poco antes, contactaron conmigo «muy preocupados» porque «vientos huracanados» se habían desatado y también una «marea negra», por ende, se suspendía la actividad hasta nuevo aviso.
Yo lo creí y agradecí el aviso. Previne a mi hijo, quien planeaba ir por cuenta propia. Sin embargo, él siempre se fue y el clima era perfecto. De hecho, tomó unas fotos maravillosas de las ballenas. Puse la queja ante la Dirección de Apoyo al Consumidor y nunca obtuve una reparación.
Aun teniendo el nombre del agente, la agencia de turismo en la que trabajaba, la dirección de la casa y los teléfonos personales y de trabajo, nunca pudieron localizarlo. Parece que no contestó las «numerosas» llamadas que le hicieron. Durante meses, de la Dirección me llamaron para preguntarme si seguían adelante con la denuncia, hasta que me cansé.
Anne-Marie Gabarain Dubois, San Isidro de Coronado
Segunda dosis
Me parece excelente que el Ministerio de Salud y el gobierno aprobaran la segunda dosis para aquellos que sacrificaron tiempo y dinero saliendo del país a vacunarse. Ya que quitaron el apostillado del carné de vacunación, debería solicitarse, en el momento de pedir la cita, el pasaporte donde conste la entrada a Estados Unidos y verificar que las fechas coinciden, pues, de lo contrario, empezarán a presentarse falsos carnés. Con la tecnología actual no faltará quien lo ofrezca por Internet.
Marjorie Camacho Calvo, Guadalupe
Propósito desvirtuado
Hace un año o más, la Municipalidad de Moravia informó de que iba a instalar cámaras de última generación en nuestro cantón con el fin de hacerlo más seguro. Yo imaginé que actuarían en tiempo real, es decir, que habría un centro de monitoreo, se suponía que todo el día y toda la noche, e iban a estar vigilantes para acudir en caso de asalto, accidentes, incendios o robo en viviendas, locales comerciales y vehículos. Pero me equivoqué.
Fui víctima en el centro de Moravia. Los delincuentes se llevaron centros de carga y paneles eléctricos. Llamé a la Fuerza Pública y me dijeron que es una banda dedicada a esta modalidad de robo y me recomendaron ir al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en San José a interponer la denuncia y que les informara de que en Moravia cuentan con cámaras para que los agentes pidieran los videos. Busqué a la Policía Municipal y ahí me dijeron exactamente lo mismo.
Deduzco que con las cámaras aumentó el gasto y la burocracia municipal. Además, que los encargados no se dan cuenta de lo que sucede. Tecnología de este tipo es para actuar en tiempo real, no para enviar videos cuando el OIJ lo considere necesario.
Jorge E. Varela Solís, Moravia