HOY EN OPINIÓN

Poco menos de dos meses después, siguen recluidos, caminando en círculos con sus hijos e hijas por aquellos calurosos galerones, quizá preguntándose cuál va a ser su destino


Ser un superdepredador parece una ventaja, pero es también una condena, porque su paso por el mundo se transforma en una permanente búsqueda de presas.


El País