Es falso que la pediatra María Luisa Ávila y el ministro de Salud, Daniel Salas, ganen una comisión por cada persona que se vacune en Costa Rica.
En una publicación de Facebook, el usuario David Ricardo Hernández Orozco afirmó, falsamente, que la médica infectóloga y exministra de Salud recibe “0.5 centavos de dólar por ingresos residuales” por cada vacuna de influenza aplicada. De Salas, dijo que recibirá un pago “por el bichito”, como le llama el cibernauta a la covid-19.
Hernández Orozco no mencionó quién es el que supuestamente les paga las comisiones a los dos médicos, ni tampoco respondió el mensaje que le envió este medio, en el que le consultó si cuenta con pruebas que respalden sus afirmaciones.
La publicación ya no aparece en su muro de Facebook, sin embargo, otros usuarios de redes sociales la replican por medio de capturas de pantalla.
Tres fuentes independientes entre sí indicaron a La Nación que lo afirmado por Hernández es una falsedad.
Ávila, quien fue jerarca de Salud entre los años 2006 y 2014 y actualmente trabaja en el Hospital de Niños, aseguró que ella no recibe ningún pago por la aplicación de vacunas contra la influenza.
“No tiene el más mínimo sentido. Esta es una compra directa del país por medio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a través del Fondo Rotatorio y, por supuesto, yo no actúo como una intermediaria, número uno porque no es mi función y, número dos, porque no se requiere”, afirmó Ávila.
La médica afirmó que emprenderá “las acciones legales correspondientes” contra el autor de la publicación que levanta falsos en su contra.
El argumento expuesto por Ávila lo confirmaron, por aparte, tanto el Ministerio de Salud como la propia oficina de la OPS en Costa Rica.
El Fondo Rotatorio es un mecanismo de la OPS, por medio del cual los países del continente compran, cada año, los distintos tipos de vacunas que necesitan.
Ante una consulta de este medio, Salud indicó, “de forma rotunda”, que ningún funcionario público recibe comisiones ni por la compra, ni por la aplicación de las inmunizaciones que se brindan a la población.
De la misma forma, María Dolores Pérez, representante de la OPS en Costa Rica, declaró que en el proceso de adquisición de las vacunas, “de ninguna manera” se dan comisiones a empleados públicos, y que el país no hace ninguna gestión directamente con los proveedores.
La funcionaria, además, aclaró que las vacunas contra la influenza nos las adquiere el Ministerio de Salud, sino la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En Costa Rica, la ley prohíbe que los funcionarios públicos reciban dádivas por ejecutar acciones propias de su cargo, o contrarias a sus deberes. La pena por cometer un delito de ese tipo oscila entre los cuatro y los doce años de cárcel.
OPS gestiona compra de vacunas a un menor costo
Las vacunas que suministra el sistema de salud pública costarricense se adquieren por medio del Fondo Rotatorio que administra la OPS, porque así lo dispone el reglamento de la Ley Nacional de Vacunación.
Todos los años, la OPS les pregunta a los países del continente cuáles vacunas necesitan, y cuántas dosis de cada tipo. Luego, consolida todas las solicitudes y saca una sola licitación pública internacional, desde su oficina en Washington D. C.
De acuerdo con Pérez, en total se fusionan los pedidos de 41 territorios.
“Si Costa Rica negociara directamente un producto con una casa comercial, como es menor el volumen de compra, se tendería a pagar un monto más alto. Como nosotros negociamos cantidades grandes para los 41 países y territorios, obtenemos condiciones muy ventajosas para países más pequeños”, explicó la funcionaria.
Roberto Arroba, Secretario de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, especificó que, en el país, la CCSS adquiere entre un 80% y un 85% de las vacunas que se piden, mientras que el Ministerio de Salud se encarga de la adquisición del 20% o el 15% restante.
La OPS hace un análisis de calidad y precio de las ofertas que recibe, y le compra los productos al proveedor que ofrezca las mejores condiciones. Luego, el país deposita el dinero de las dosis que le corresponden en las cuentas de la Organización, la cual, a su vez, les paga a los fabricantes.
Después, el Estado recibe las dosis que encargó
“Los países no tienen relación en absoluto con los proveedores”, afirmó Pérez.
De acuerdo con la funcionaria, los procesos de adquisición de las vacunas son “de una transparencia absoluta”.
Fuentes consultadas:
-María Luisa Ávila, médica pediatra y exministra de Salud
-Ministerio de Salud, oficina de prensa
-María Dolores Pérez, representante de la OPS en Costa Rica
-Reglamento a la Ley Nacional de Vacunación, artículo 19.
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