
La depresión en la población adulta mayor muchas veces se puede confundir con otros padecimientos, por lo que es esencial aprender a diferenciarla para brindarles el apoyo correcto. En este artículo encontrará una guía práctica por parte de una especialista en Geriatría.
Lo que debe saber:
- La depresión en adultos mayores puede confundirse con el envejecimiento normal o con enfermedades físicas.
- Sus síntomas suelen ser atípicos: más irritabilidad, apatía o aislamiento que tristeza explícita.
- El apoyo familiar y el diagnóstico temprano son claves para un tratamiento efectivo y para mejorar la calidad de vida.
Este 1.° de octubre es el Día de la Persona Adulta Mayor, y uno de los temas a los que se le debe prestar atención, según especialistas, es la salud mental, específicamente la depresión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las afecciones de salud mental más frecuentes en los adultos mayores son la depresión y la ansiedad, e incluso, a nivel mundial, alrededor de una cuarta parte de las muertes por suicidio (27,2%) se producen en personas de 60 años o más.
“Las afecciones de salud mental en las personas mayores suelen estar infravaloradas e infratratadas, y la estigmatización que rodea a dichas afecciones puede hacer que las personas sean reacias a buscar ayuda“, recalca la OMS.
De ahí que resulta importante aprender a identificar cuándo un adulto mayor puede estar pasando por una depresión, y cómo se les puede apoyar de la mejor manera.
Grethel Alfaro Campos, especialista en Geriatría de la Clínica Pro Age y parte de la red médica Medismart, brinda una guía práctica al respecto.
Factores que pueden provocar depresión en adultos mayores
Biológicos:
- Enfermedades crónicas (diabetes, cardiopatías, cáncer, demencia, enfermedad de Parkinson), pueden llevar a la discapacidad, el dolor persistente, polifarmacia y efectos adversos de medicamentos.
- Estos factores asociados a padecer enfermedades que pueden poner en riesgo la funcionalidad e independencia del adulto mayor, pueden provocar síntomas depresivos.
Psicológicos:
- Pérdidas significativas (de la pareja, amigos, independencia funcional), pérdidas de un rol laboral o social, llevan a baja autoestima.
Sociales:
- Situaciones como aislamiento, soledad, falta de redes de apoyo, jubilación, cambios de rol social, dificultades económicas (pensiones bajas y dificultad en el mantener el sustento y los altos costos de los medicamentos), aumentan el riesgo de depresión.
Síntomas: cómo se diferencia la depresión en los adultos mayores
La depresión en los adultos mayores normalmente se presenta como muchas otras enfermedades, es por eso que se suele confundir con otras afecciones o como parte del envejecimiento normal, ya que tienen síntomas atípicos:
- En lugar de expresar tristeza, presentan irritabilidad.
- Apatía y fatiga.
- Aislamiento social.
- Pérdida de apetito.
- Problemas en el sueño.
- Mayor riesgo de deterioro cognitivo reversible (seudodemencia depresiva): desatento, distraído. Esto se confunde con problemas de memoria.
“Existe mayor solapamiento con enfermedades médicas: fatiga, pérdida de apetito o insomnio pueden confundirse con problemas físicos y son en realidad síntomas atípicos de la depresión en los mayores“, explicó Campos.

Además, según la especialista, muy pocas veces los adultos mayores expresan verbalmente que se sienten tristes o con desesperanza debido a estigmas o creencias culturales.
Tratamientos principales para abordar la depresión en la vejez
- Psicosociales: Consulta con especialistas en salud mental, grupos de apoyo, actividades de estimulación social y cognitiva.
- Farmacológicos: Campos menciona que los medicamentos son fundamentales por los cambios asociados al envejecimiento, ya que al envejecer se reducen sustancias en el cerebro, y para mantenerlas constantes y en funcionamiento, se utilizan los antidepresivos. Eso sí, siempre recomendado por un médico.
- Actividad física: Realizar ejercicio adecuado para el adulto mayor, participar en programas de envejecimiento activo, ayudan a mejorar la salud mental.
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¿Cómo pueden ayudar los familiares y cuidadores?
El amor y apoyo de la familia y cuidadores juega un papel fundamental en la salud mental de los adultos mayores:
- Escuchar sin juzgar.
- Fomentar la comunicación abierta (conversar con ellos, preguntarles cómo se sienten).
- Motivarlos y ayudarlos a mantener rutinas, actividades que les guste hacer (dibujar, bailar, cantar y otros pasatiempos) y ejercicio físico.
- Acompañarlos siempre.
- Facilitar la asistencia a controles médicos y terapias.
- Importante: estar atentos a signos de pensamientos suicidas y comunicarlo de inmediato a profesionales de salud.

Recomendaciones para el personal de salud
Campos enfatiza que es importante que el personal de salud realice los siguientes pasos:
- Realizar tamizaje rutinario en consultas de geriatría y atención primaria.
- No dejar de preguntar por el estado de ánimo del paciente.
- Educar a la familia y cuidadores.
- Tener en cuenta que las Intervenciones deben ser interdisciplinarias: trabajo conjunto entre geriatras, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales.
“Nos corresponde a todos velar por la salud mental positiva en la vejez: resiliencia, proyectos de vida, espiritualidad y sentido de propósito“, agregó.