En el paraíso del surf de playa Jacó, cantón de Garabito, una valiente madre soltera de cuatro hijos se convirtió en la primera salvavidas municipal, abriendo paso en un ámbito dominado por los hombres. Es fascinante escuchar los comentarios de los lugareños cuando se les pregunta: ¿Conocen a Paola Umaña?
La jacobeña de 34 años, conocida como la “China”, en el pasado se dedicó a elaborar piñatas en Cartago, pero regresó a su querido Jacó donde siempre tuvo claro el deseo de servir y proteger a su comunidad.
“Para mí, ser guardavidas es primero ser humano, para ayudar a las personas. Ser salvavidas es una experiencia maravillosa, ya que me permite interactuar con las personas y brindarles un sentimiento de gratitud hacia la comunidad en la que vivo”, dijo Umaña en una entrevista con La Nación.
“Es una experiencia incomparable. Aunque es una gran responsabilidad, estamos aquí para garantizar que nadie se ahogue. A veces, nos enfrentamos a situaciones de gran responsabilidad ante algún rescate que puede ser muy difícil, pero ese es precisamente nuestro propósito.
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Paola Umaña se convirtió en la primera salvavidas municipal de Jacó el 1.° de marzo, rompiendo barreras en un ámbito históricamente dominado por hombres. Foto: Cortesía de Emanuel Umaña
“Estamos aquí para proteger y por eso es fundamental amar lo que hacemos. El mar y el contacto con las personas son elementos esenciales para ser una verdadera guardavidas”, dijo.
Añadió que se siente muy feliz por el apoyo que recibe de sus hijos: “Se involucran tanto que incluso me preparan el café por las mañanas antes de que comience mi jornada y se encargan de lavar mi uniforme”.
Antes de convertirse en salvavidas, la “China” se ganaba el sustento de su familia con la elaboración de piñatas y decoración para fiestas infantiles y eventos especiales. “Yo me crie en Jacó, pero tuve que irme a vivir a Cartago por casi 16 años, y decidí emprender un negocito al que le puse ‘Mi Tiendita’, donde elaboraba piñatas y realizaba decoraciones para fiestas de niños, baby showers y bodas”.
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Aquí se muestran algunas de las piñatas que Paola Umaña creó para satisfacer a sus clientes. Foto: Cortesía para La Nación
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Además creó una amplia variedad de decoraciones para fiestas infantiles, 'baby showers' y bodas. Foto de cortesía para La Nación.
“Divorciarme me hizo volver a Jacó con mis hijos y a reunirme nuevamente con mi familia. Desde pequeña siempre quise ser salvavidas y comencé a seguir el trabajo del equipo de guardavidas de playa Jacó, porque siempre tuve claro mi deseo de servir y proteger a la comunidad”, recordó.
Ante el deseo de pertenecer al equipo que estaba formado por solo hombres, contó que tuvo que ir a buscar a Marvin Pérez, jefe de salvavidas para exponerle su deseo de trabajar con ellos como voluntaria, y empezó en noviembre del año pasado a ejercer dicho oficio.
“Me comenzaron a preparar; empecé a identificar corrientes para darle información a los bañistas, cuando no se pueden meter en ciertas partes de la playa. También, empecé a llenar bitácoras sobre los rescatados y ahogados, hacer prevenciones fuera del agua y a llevar capacitación en reanimación cardiopulmonar o RCP”, comentó.
Mientras Paola realizaba con éxito su voluntariado, Anyelo Hernández, coordinador de guardavidas del ayuntamiento, vio su potencial para darle una oportunidad laboral. Así fue como el 1.° de marzo de este año, la Municipalidad de Garabito le dio la gran noticia a Umaña de que sería la primera salvavidas pagada.
“Ahorita contamos con seis hombres contratados y nuestra última ficha fue Paola Umaña. Desde hace mucho tiempo hemos tratado de fortalecer el recurso de este departamento tan importante. Paola tiene las mismas capacidades, sin duda, y hasta mejores que los hombres. Ella ha venido a poner orden al equipo en reportes y cosas administrativas, y en sus otras funciones como salvavidas en rescates y recorridos. A ella se le nota las ganas que tiene de aprender más sobre este oficio”, detalló Hernández.
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Paola Umaña fue contratada por la Municipalidad de Garabito el pasado 1.° de marzo. Foto: Cortesía de Emanuel Umaña
Ante este panorama, la “China” no solo protege a los bañistas de Jacó, sino también a los de Herradura y Hermosa, las tres playas más visitadas por turistas nacionales e internacionales del cantón de Garabito.
Sentada en una de las torres que tiene el equipo municipal de salvavidas, ubicada en playa Herradura, estaba descalza y mientras conversaba con un equipo de La Nación, lucía con gran orgullo un uniforme que transmitía seguridad a más de un bañista que se encontraba bañándose en las aguas de Pacífico.
Una inspiración para las jóvenes
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Paola Umaña es un símbolo de fortaleza. Foto: Magdalena López
“Es realmente inspirador ver a alguien del pueblo, especialmente si se trata de una joven mujer abriendo camino en un ámbito que, tradicionalmente siempre lo hemos visto para hombres. Sé por experiencia propia lo difícil que puede ser, y se requiere ser fuerte, determinada y valiente, porque a veces nos encontramos con el machismo que, lamentablemente, sigue presente en nuestra sociedad.
“Esperemos que el ejemplo de Paola motive a más jóvenes a participar en actividades tan hermosas como ayudar a las personas. Sin saber a quién estamos rescatando, somos un ángel en la vida de alguien”, externó Cinthia Vargas, voluntaria de la Cruz Roja de Jacó.
Por su parte, Fabiola Urbina, dijo a este medio que aprecia y admira “muchísimo” a “Pao”, como le dice de cariño. “Ella es un ejemplo para todas aquellas mujeres que luchan por alcanzar sus sueños y romper paradigmas.
Melissa López, voluntaria en el equipo de guardavidas de Jacó, ve este acontecimiento como un avance significativo en Costa Rica hacia la inclusión de mujeres en esta profesión. Reconoce que no es una tarea fácil, debido a la existencia de creencias sociales erróneas sobre los roles laborales asignados a hombres y mujeres.
“Cuando se trata de salvar vidas, especialmente cuando alguien se encuentra en el mar luchando contra corrientes, se suele pensar que se necesita una gran fuerza y valentía, cualidades que supuestamente solo poseen los hombres y no las mujeres.
“Sin embargo, Paola Umaña desafía a diario esas creencias y prejuicios con su excelente trabajo como guardavidas, ya que esto implica más que tener fuerza física, de contar con habilidades técnicas, valentía y pasión por lo que se hace”, subrayó.
“Las mujeres guardavidas voluntarias nos sentimos muy orgullosas de tener a una mujer desempeñando esta labor y de que se le reconozca y remunere por su trabajo”, concluyó López.
Paola Umaña también realiza la labor de educar a los bañistas sobre cómo identificar corrientes y tomar precauciones adecuadas. (JOHN DURAN)