
Damaris Carrión, de 47 años, dejó ayer su techo de latas, en el Triángulo de Solidaridad, en Goicoechea. Bajo este se guareció durante más de 15 años, junto a sus tres hijos.
Con la familia de Carrión, ya son 26 los hogares que han sido reubicados de ese lugar, el cual debe ser desalojado para que el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) construya el tramo norte de Circunvalación.
Aún faltan por trasladar 165 familias. El Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) ha realizado estos traslados con cuentagotas, ya que debieron iniciarse en diciembre del 2014, pero fue hasta julio anterior cuando se entregaron las primeras 17 viviendas. Nueve más en semanas siguientes cerraron la cuenta.
Rosendo Pujol, jerarca del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah), afirmó que ya se han trasladado 47 familias; sin embargo, Ana Martínez, líder comunal y promotora del traslado del asentamiento, afirma que son 26.
Martínez acompañó en su mudanza a Carrión. “Ya para finales de enero, me toca ayudar a trasladar a otras siete familias y en febrero, traslado a otras 11”, contó la líder comunal.
Pujol explicó que a finales de este mes deben entregar a la firma Hernán Solís- La Estrella, empresa constructora del arco norte de Circunvalación, “la franja roja” que se requiere para comenzar a hacer las perforaciones de suelo y terminar los diseños.
“Muchas familias que salen no son de la franja roja, ni de la franja amarilla. Por eso es que se deben hacer reacomodos a lo interno del precario”, dijo Pujol.
Martínez contó que para que se realicen estas perforaciones, ella debe acomodar esta semana a dos familias en el rancho que dejó Carrión.
Los lugares a donde fueron llevadas las familias no pueden revelarse para evitar “el rechazo”, explicó el ministro de Vivienda, Rosendo Pujol. Sin embargo, Carrión contó que el viaje desde el Triángulo hasta su nuevo hogar duró cinco horas.
“Es una emoción muy grande tener mi nueva casa. Estoy muy ilusionada. Mi casa es de block , de color celeste con blanco. Esperé mucho, pero por fin la tengo. Ahora debo buscarles a mis hijos una nueva escuela. Ellos están felices por el cambio”, expresó Carrión.
La movilización de las 191 familias le costará al Estado cerca de ¢4.000 millones, según datos de Pujol. Así se liberarán los terrenos para desarrollar las obras de infraestructura vial que se requieren en la zona.