La indecisión del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) impide desde hace 16 meses la inversión de $197 millones (¢99.575 millones) destinados a programas para dar acceso a Internet de calidad a población vulnerable y comunidades rurales.
El problema surgió desde la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones 2022-2027 (PNDT), presentado el 15 de diciembre de 2022. En este documento el Poder Ejecutivo trazó la hoja de ruta para el sector durante esos cinco años. Entre sus objetivos está reducir la brecha digital mediante políticas públicas que se financian con dinero del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel), el cual está a cargo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
El documento puso seis metas, pero no definió cómo se iban a lograr; es decir, omitió planes de acción. Debido a ese vacío, la Sutel está impedida de ejecutar los recursos. Desde noviembre de 2022 y hasta la fecha, la Superintendencia ha enviado nueve comunicaciones al Micitt para alertar de la situación y buscar soluciones a la falta de claridad.
Entre las últimas, está una del 3 de enero del 2024 en la cual indicó que ante “ausencia de planes de acción” en seis metas a casi dos años de iniciada la administración de Rodrigo Chaves, “es necesario reiterar al Viceministerio de Telecomunicaciones, la apremiante necesidad de instar a las instituciones contraparte a participar en la construcción y firma de los planes de acción”.
Unos días antes, el 22 de diciembre del 2023, la Sutel había advertido de que la falta de planes de acción impedía diseñar los carteles de licitación: “Hoy en día no se pueden ejecutar las metas a falta de insumos básicos que deben proveer las entidades contraparte. Las metas que no se han podido ejecutar, corresponden a proyectos de enorme importancia para el país, como lo son la Red Educativa, la entrega de equipamiento para personas con discapacidad, o la conectividad para centros de prestación de servicios públicos”
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Sutel explicó que la falta de esos lineamientos es fundamental para la ejecución de esas metas asignadas, pues detallan el alcance y los compromisos para cumplirlas. Según la entidad, son la base para la redacción de concursos públicos que luego materialicen los objetivos de la política pública del Gobierno asignados a Fonatel.
Desde el 3 de abril, La Nación envió consultas a la ministra Paula Bogantes Zamora sobre la situación y las razones por las que no se han entregado los planes de acción. La oficina de prensa del Micitt dio acuse de recibo y prometió dar trámite a la solicitud; no obstante, al cierre de esta edición no se habían recibido las respuestas.
Beneficios sin llegar
Por esta falta de claridad, quienes debieron empezar a beneficiarse de esos fondos desde el año pasado, siguen a la espera, pues la Sutel no puede actuar de oficio, sino que debe ceñirse a la ruta trazada por el Ejecutivo.
Así, por ejemplo, hay cuatro metas (que el gobierno enumeró como 18, 19, 20 y 21) a las cuales el Micitt asignó en el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones un presupuesto de $13,6 millones para distribuir 22.000 dispositivos para acceso a Internet.
Los equipos se entregarían a personas atendidas por el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis), a menores que forman parte de la red Centros de Educación y Nutrición y de Centros Infantiles de Atención Integral (Cen Cinái) y del Centro Nacional de Recursos para la Educación Inclusiva (Cenarec). También se contemplaba suplir de equipos a los Centros Comunitarios Inteligentes (CECI) del Micitt.
De las cuatro metas, solo la 18 del Cen Cinái cuenta con un plan de acción, por lo cual ya Sutel diseñó el proyecto, hizo un estudio de mercado de costos y, el 3 de abril realizó una audiencia para elaborar un precartel.
Sin embargo, en el caso de los CECI, su cantidad, ubicación y requerimientos específicos deben ser definidos por el Micitt, pero esos datos están pendientes, confirmó Sutel.
Una situación similar ocurre con las metas asociadas a Conapdis y Cenarec, para las que se requiere un nivel de especialización alto para definir las características de los equipos que compraría Fonatel, dadas las particularidades de la población que estas instituciones atienden.
La meta 7 pretende brindar un subsidio a 100.684 hogares vulnerables en todo el país para tener acceso a Internet por medio del Programa Hogares Conectados. El Micitt presupuestó $29,9 millones.
Sin embargo, esa meta dicta que los hogares a beneficiar deben tener estudiantes activos y de tal información no se dispone, por ende, tampoco hay claridad del alcance que tendría un plan de acción para ese objetivo.
Atrasos ‘ajenos a la Sutel’
Las metas 5 y 6 piden a Fonatel atender la conectividad de escuelas dentro de la llamada Red Educativa del Bicentenario (plan presentado en 2018 que prometía llevar Internet de banda ancha a 2.139 centros educativos) y dar Internet a 331 Centros Comunitarios Inteligentes y Cen Cinái. Ambos objetivos aparecieron en el PNDT 2022-2027 sin presupuesto asignado y permanecen sin planes de acción.
De hecho, el 22 de diciembre pasado, la Sutel reiteró al Miccit que, “una vez más, los graves atrasos en la política pública, a hoy no permiten avanzar en la ejecución” de planes como el 100% de la Red Educativa, más subsidios y dispositivos para personas vulnerables. Advirtió que los atrasos en el cumplimiento de las metas que definió el Micitt “son por completo ajenos a la Sutel”.
El 15 de diciembre, cuando el Micitt presentó el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones, lo anunció como un instrumento que iba a permitir no solamente la reducción de la brecha digital entre regiones, sino que, además, impulsaría la competitividad país para el sector productivo que utiliza las telecomunicaciones como un medio para ser más eficiente.