Roma, Italia. “Aquí ofrecemos un ambiente muy pura vida”. Así describe sor Diana Mora el trato que brindan a las personas que se hospedan en la casa de acogida Margherita Diomira, en el centro de Roma, la capital de Italia.
Se trata de un convento de religiosas que abrió sus puertas hace 12 años para hospedar a turistas y peregrinos de todas partes del mundo y que, en la actualidad, es administrado por diez monjas, seis de ellas, costarricenses.
La mayoría de estas ticas llegó en misión hace poco más de un año y todas pertenecen a la congregación de religiosas Oblatas al Divino Amor, que tiene presencia en Costa Rica desde 1944 y que opera, por ejemplo, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en San José.
El objetivo de esta organización sin fines de lucro es ofrecer una opción de hospedaje a buen precio, en un lugar estratégico y con un trato personalizado, amable.
Los recursos que perciben son para el mantenimiento del inmueble, donde se ubica la casa general de la congregación. No generan dividendos.
¿Cuánto cuestan las habitaciones por noche?
En la actualidad, la casa de acogida cuenta con 23 habitaciones. Hay para ocupación sencilla, doble, triple o cuádruple. Y los precios dependen del tamaño. Todas las habitaciones tienen baño privado, sábanas, paños, calefacción, aire acondicionado y wifi. Además, en la tarifa está incluido un pequeño desayuno, versión italiana.
—La sencilla: 56 euros.
—La doble: 92 euros.
—La Triple: 128 euros.
—La cuádruple: 164 euros.

‘Un espacio de mucha acogida fraterna’
“Aquí vienen muchos ticos, no se imagina cómo viaja el tico. Muchos nos han dicho: ‘Nos sentimos en una Costa Rica pequeñita’. Este es un lugar de mucha acogida, de un ambiente muy pura vida.
”Brindamos un espacio de mucha acogida fraterna, para que la persona que viene cansada encuentre paz y serenidad. También es un lugar de escucha, de mucha alegría cuando recibimos a nuestros huéspedes", describió sor Diana, quien es la secretaria general de la congregación y quien es oriunda de la comunidad de Humo, en Pejibaye de Cartago.
Junto a ella, La Nación conversó con otras tres de las religiosas costarricenses: Jennifer Padilla, de Pérez Zeledón; Alexandra Núñez, de San Mateo, Alajuela; y Alexandra Murillo, de Aguas Zarcas de San Carlos.
Las dos primeras tienen poco más de un año en Roma y son quienes se encargan de atender a los huéspedes cuando llegan a la casa de acogida.
Ellas recuerdan que cuando llegaron no sabían nada de italiano y que de golpe les tocó aprender. Hoy, ya entienden y se comunican en ese idioma, en inglés y en español.
“Al principio fue muy difícil, pero ya entendemos y nos comunicamos, o al menos enredamos”, bromearon entre risas, la tarde del pasado jueves.
“Tratamos de tener un lugar limpio, un lugar de ayuda, de orientación para los turistas, quienes muchas veces andan un poco perdidillos y no saben cómo desplazarse. Nuestro objetivo es que los huéspedes se sientan como en su casa. Algunas andan hasta en medias en los salones”, afirmó sor Alexandra Núñez.
Su compañera de jornadas de trabajo, cánticos y oraciones, la hermana Jennifer Padilla, se mostró muy emocionada por formar parte de esta misión, justo en el momento en que la Iglesia católica despidió al papa Francisco y dio la bienvenida a León XIV.
“Estoy en mi último año de formación para realizar los votos perpetuos en enero próximo, Dios mediante. La experiencia ha sido de muchos retos, pero también de muchas oportunidades. El recibir a este papa León ha sido significativo para mi formación. Al igual que él, estoy preparándome para lo que la Iglesia quiere, una Iglesia abierta a los signos de los tiempos. Es lo que Dios tenía para mí en este tiempo”, dijo Padilla.
¿Dónde se ubica la casa de acogida Margherita Diomira?
Se ubica en Vía Marruvio 4, en el corazón de Roma, cerca de la Basílica de San Juan de Letrán, la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén y la Escalera Santa, y a solo 500 metros de la estación de metro de San Giovanni, que está a tres paradas de la estación central de Termini y a nueve de Ottaviano, que comunica con el Vaticano.
En esa misma línea de tren, la A, se puede llegar a la Fontana Di Trevi y a la plaza España, dos de los lugares más visitados por turistas en la capital italiana.
Además, se puede llegar en transporte público desde el aeropuerto. Primero, se debe tomar un tren desde el aeropuerto hasta Termini, que tiene un costo de 14 euros. Y en Termini agarrar la línea A del metro con dirección a Anagnina. Ese tiquete cuesta 1,5 euros.
En taxi, existe una tarifa única de 55 euros desde el aeropuerto hasta cualquier punto en el centro de Roma. Es una opción más económica para grupos de tres o cuatro personas.
¿Quiénes pueden visitarla?
Se acepta a todas las personas, sin distingo de edad o género. Pueden ir grupos de amigos, familias, parejas, estudiantes y/o universitarios.
¿Horarios?
Las puertas se cierran a las 11 p. m.
¿Cómo y dónde localizarlas?
Las reservaciones es mejor hacerlas con unos tres meses de antelación, pues tienen alta demanda.
Teléfono: +39 06 70 47 48 84
WhatsApp: +39 342 182 2669 (es mejor enviar mensajes por esta vía)
Correo electrónico: oblatedivinoamore@yahoo.it
Ubicación: Via Marruvio 4, Roma
¿Cómo nace la congregación de Religiosas Oblatas al Divino Amor?
La congregación nació en 1940 en Sicilia, Italia. Y fue fundada por la madre Margherita Diomira Crispi, en 1923. Sus restos mortales están en este centro de acogida en Roma.
Antes de recibir turistas y peregrinos, ahí operó, primero un kínder y después una residencia para adultos mayores.