El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le comunicó a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) que el Banco Promérica enfrentará “limitaciones” para recuperar el dinero con el que financió las campañas electorales de dos partidos políticos, los cuales no consiguieron el dinero con el que pensaban honrar la deuda.
Se trata de los partidos Costa Rica Justa (PCRJ), del excandidato Rolando Araya Monge, y Restauración Nacional (PRN), del exdiputado Eduardo Cruickshank Smith, los cuales firmaron contratos de préstamo con Promérica por ¢1.000 y ¢475 millones, respectivamente, durante la pasada contienda electoral.
Ambas agrupaciones recibieron el financiamiento con el compromiso de pagar lo recibido, más intereses, con los dineros de deuda política que les correspondieran por su participación en los comicios del 6 de febrero. Como garantía, Promérica se dejó certificados de cesión por un monto total de ¢1.600 millones, con la expectativa de cambiarlos por dinero en efectivo en la Tesorería Nacional, después de las elecciones.
No obstante, el 6 de febrero, ni Costa Rica Justa, ni Restauración obtuvieron los votos requeridos para poder reclamar un porcentaje de la contribución estatal. En consecuencia, los bonos de Promérica se convirtieron en simples papeles sin ningún valor.
“ (...) razón por la cual la entidad bancaria enfrentaría limitaciones para recuperar el monto que les fuera otorgado en crédito para solventar los gastos relativos al citado proceso electoral”, advirtió el Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del TSE a la Sugef, la entidad encargada de fiscalizar las operaciones de los bancos públicos y privados en el país.
El Tribunal envió el reporte a la autoridad liderada por la exministra de Hacienda Rocío Aguilar este martes 7 de junio, cinco días después de recibir una copia de la notificación del traslado a cobro judicial que Promérica le envió a la dirigencia de Costa Rica Justa.
En el documento, emitido el 20 de mayo, Promérica le informó al PCRJ que procedería a reclamar en los juzgados los ¢183 millones que el partido tenía en mora desde hacía un mes. Según los estados financieros entregados al TSE, hasta enero de este año, Costa Rica Justa mantenía deudas por ¢234 millones.
Restauración Nacional, por su parte, mantenía hasta febrero deudas por ¢1.827 millones, de los cuales, ¢1.720 millones aparecen registrados como “Fideicomiso Operación General Banco Promérica”.
Al Tribunal no ha llegado copia de ninguna notificación de embargo contra el Partido Restauración Nacional (PRN), y el Banco Promérica se negó a informar si la agrupación está al día o atrasada en el pago de sus obligaciones.
La autoridad electoral le dijo a la Sugef que “se estarán realizando los análisis correspondientes en cuanto al origen de los recursos” que eventualmente utilicen los partidos políticos para cancelar sus compromisos de pago.
Por su parte, la Superintendencia indicó que le ha estado dando seguimiento al financiamiento otorgado a los partidos políticos. “Y desde febrero pasado, a las acciones que realizan dichas entidades para recuperar estas deudas, especialmente las otorgadas a los partidos que no obtuvieron derecho al pago de deuda política”, indicó por escrito la superintendente Rocío Aguilar.
Al cierre de este artículo, no fue posible conversar con el exdiputado Carlos Avendaño Calvo, presidente del PRN, ni con Jorge Vargas Corrales, secretario del PCRJ.
Otorgó créditos pese a algo riesgo
Promérica financió las campañas electorales de Costa Rica Justa y de Restauración Nacional, pese a que el riesgo de que dichos partidos se quedaran sin derecho a la deuda política era alto.
La Constitución Política establece que solo podrán acceder a los recursos de deuda política aquellos partidos que obtengan al menos el 4% de los sufragios, o bien, que obtengan una curul.
El crédito al PCRJ se formalizó el 10 de noviembre del 2021, por un monto máximo de ¢1.000 millones —aunque, según reveló Araya después de las elecciones, al final solo les giraron una quinta parte de ese monto, lo cual les causó dificultades para costear la campaña—. Para ese momento, Araya Monge estaba en el octavo lugar en la encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), con un 2% de la intención de voto.
Llegado el día de las elecciones, la agrupación fundada por el exdiputado Dragos Dolanescu obtuvo menos de un 1% de los votos para presidente y no ganó un solo diputado.
El préstamo a Restauración Nacional fue el último en formalizarse. Según los registros públicos del TSE, se concretó el 21 de enero del 2022, a dos semanas de la primera ronda de votaciones presidenciales. Dos días antes, una encuesta del CIEP reveló que solo un 0,5% de los electores pensaban votar por Cruickshank Smith.
Aún así, Promérica le concedió a los restauracionistas el préstamo de ¢475 millones. El 6 de febrero, Restauración consiguió solo un 0,55% de los votos para presidente, y ningún diputado.
Además del PRN y el PCRJ, dicha entidad bancaria solo financió al Partido Nueva República, del actual diputado Fabricio Alvarado, al cual le prestó ¢2.077 millones. El resultado electoral de dicha agrupación (tercero en la elección presidencial y siete diputados electos) le da derecho a cobrar ¢2.870 millones de deuda política.
El otro banco que financió a partidos políticos fue el banco BCT, el cual distribuyó, previo a la primera ronda, ¢4.200 millones entre los partidos Liberación Nacional (PLN, ¢2.650 millones), Unidad Social Cristiana (PUSC, ¢1.050 millones) y Frente Amplio (FA, ¢500 millones). Las tres agrupaciones adquirieron derecho a cobrar montos de deuda política superiores a la cantidad de dinero que pidieron prestada.