Retirarse el condón sin el consentimiento de la pareja, en el acto sexual, podría ser calificado como un delito con sanciones de 6 a 12 años de cárcel. La pena mayor se aplicaría si la práctica provoca un embarazo o se hace contra una persona menor de edad, por ejemplo.
Diputados de la Comisión de Asuntos Jurídicos dictaminarían este martes el proyecto 21.513 que penaliza el stealthing (en sigilio), como se le conoce a esta práctica. En caso de avanzar, el plan pasaría al Plenario para su discusión y debate.
La propuesta de la diputada independiente Paola Vega califica esta práctica como un delito en el artículo 158 del Código Penal.
“Será sancionado con pena de prisión de 6 a 10 años, quien se retire o dañe un preservativo u otro método profiláctico sin consentimiento expreso de todas las partes involucradas durante una relación sexual, en el acto de acceso carnal por vía oral, anal o vaginal”, señala la propuesta de ley.
Sin embargo, las penas subirán de 8 a 12 años, si existen las siguientes agravantes: un embarazo y el contagio de una enfermedad, así como el hecho de que se involucre a una persona menor de edad o se provoca un daño psicológico grave.
Vega explicó que el proyecto fue consultado y mejorado desde su introducción en setiembre del 2019. La modificación más importante fueron los años de pena; el texto base pretendía que solo la práctica, sin los agravantes, se castigara con penas de cárcel de nueve a 12 años de prisión.
Sin embargo, tras las recomendaciones de las autoridades judiciales, así como del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), se logró un texto consensuado para bajar la sanción. Vega adelantó que todavía existen reservas con la pena, pero hay un acuerdo de los diputados de la Comisión para que se analicen esos cambios con enmiendas que se puedan hacer desde el plenario legislativo.
Desde su cuenta en redes sociales, la diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carolina Hidalgo, hizo público su respaldo al proyecto de ley.
¿Violación sexual?
Actualmente, el stealthing, sin importar su consecuencia, no está castigado en el país, lo que motivó a Vega a presentar la propuesta.
Inicialmente, la diputada pretendió incluir esta práctica como una violación sexual, pero tras el proceso de consulta con las autoridades, se replanteó a “remoción del condón no consensuada”.
“El retiro del condón sin consentimiento durante un encuentro sexual con penetración expone a las víctimas a graves riesgos de embarazo, infecciones de transmisión sexual, además de provocar daños psicológicos y morales con esta violación de la autonomía y la dignidad”, señala la diputada en el motivo del proyecto de ley.
Vega aclaró que este texto no discrimina género, sino que aplica tanto para el condón masculino como el femenino. Además, menciona que también se penaría la remoción de “otros métodos profilácticos” para que los jueces tengan abierta la posibilidad de interpretación.
Aunque en Costa Rica sería una novedad entre los delitos penales, Vega precisó que en países europeos y en algunos estados de Estados Unidos, ya existe legislación sobre el stealthing.