Una funcionaria de la Asamblea Legislativa, de apellido Bolaños y actualmente destacada en la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), relató a La Nación que el asesor legislativo despedido el martes pasado por Restauración Nacional, José Adrián Marrero, le envió a ella mensajes sexuales ofensivos cinco años y medio atrás.
Marrero fue destituido luego de que una madre denunció que el también excandidato a alcalde de Restauración por Oreamuno, Cartago, le envió mensajes con propuestas sexuales explícitas cuando acudió a solicitar colaboración de la congresista restauracionista Xiomara Rodríguez, para un hijo.
Durante una entrevista concedida a La Nación, la asesora Bolaños narró que el hecho se produjo en agosto del 2015, mientras ella era parte del departamento de Prensa y Protocolo del Congreso y, como tal, tenía conversaciones con personal de muchos despachos.
Los mensajes se referían, específicamente, a tener un acto sexual y al ofrecimiento de semen. Además, uno de los mensajes decía “Ce (sic) que te gusto”.
Además, expuso que el exasesor le envió una foto donde aparece sin camisa, acostado, viendo a la cámara.
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En aquella época, Marrero era asesor de la diputada Paulina Ramírez, del Partido Liberación Nacional (PLN).
Bolaños recordó que coincidió con él, en el 2015, durante una actividad protocolaria, donde ella le pidió el contacto de una compañera de despacho de él.
Según relata la funcionaria ofendida, intercambiaron números para tramitar ese dato y, días después, ella recibió mensajes de Marrero ya tarde, pasadas las 9 p. m., fuera de horario laboral.
“Entonces, yo dije, mmm, no me gusta que alguien de la Asamblea me llame tan tarde. Yo le puse que estaba en mi casa y ya. Al día siguiente, o a los dos días, cuando me levanto y reviso mi celular, me encuentro esos mensajes”, refirió Bolaños.
La funcionaria explicó que fue tal su indignación que habló con su jefa inmediata de ese momento, la directora de Prensa y Protocolo, Karla Granados, quien habló con la entonces diputada Ramírez sobre la conducta de su colaborador de Marrero.
La Nación conversó con Granados, quien confirmó la versión de Bolaños y detalló también las gestiones que realizó, tanto con Marrero directamente como con la entonces legisladora y actual tesorera de PLN.
Por otra parte, luego de recibir los mensajes, Bolaños recurrió a un diputado amigo, de la misma bancada verdiblanca, quien le ayudó a redactar un mensaje para enviárselo a Marrero y advertirle que lo denunciaría.
“Él (el congresista) me dice que le advierta que vamos a ir, si sigue insistiendo, a otras vías. Inmediatamente él (Marrero) me contesta y me dice que le robaron el celular, pero cuatro o cinco días después, algunos compañeros que se habían enterado me decían que él andaba el mismo celular”, contó la asesora.
La directora de Prensa y Protocolo, Karla Granados, recordó que no se hicieron gestiones administrativas, pero que ella de inmediato llamó a Marrero para manifestarle su disgusto por esa situación.
“Le dije, incluso creo que también por escrito y personalmente, que me parecía que debía tener muchísimo más cuidado y que nosotros íbamos a ir hasta las últimas consecuencias”, comentó.
Agregó que después no supo qué pasó, porque el tema quedó ahí, pero enfatizó que en aquel entonces ella le manifestó al asesor hoy despedido que no le creía el argumento del supuesto extravío del teléfono y de que supuestamente otra persona lo había manipulado.
“Incluso, nos habló de su esposa (de quien se divorció en el 2019), que se había dado cuenta. Yo realmente le manifesté de manera muy vehemente y fuerte mi disgusto por la situación tan incómoda en que puso a esta funcionaria”, indicó Granados.
La directora de Prensa del Congreso agregó que ella habló con Paulina Ramírez sobre lo sucedido, y apuntó que el caso había quedado en manos de la legisladora, porque para los efectos, era ella quien podía tomar decisiones sobre sus empleados.
Consultado sobre el relato de la funcionaria Bolaños, el exasesor Marrero manifestó que prefiere no dar declaraciones y referirse a través de un abogado.
Paulina Ramírez: ‘Ay Dios, yo no me acuerdo’
Vía telefónica, la exdiputada Paulina Ramírez respondió que no se acuerda ni sabe quién era la funcionaria que denunció a su exasesor y que no recuerda ese caso.
“Acuérdese que uno delega mucho todo lo administrativo y denuncias, con el personal. A mí me recibía casi todas las atenciones la secretaria y el personal se encargaba. Ya si era algo que no se podía resolver, me lo dejaban a mí. Puede ser que haya sido ese el caso, que lo hayan filtrado en el despacho. Yo me acordaría”, alegó.
Ramírez dijo que sí recuerda que, una vez, Marrero afirmó en el despacho que le habían robado el teléfono, pero no supo nunca los detalles.
“Me gustaría tener todos los detalles para saber, pero no puedo decir algo que no me acuerdo. Ojalá que no haya sido que lo filtraron y no me lo elevaron”, respondió.
En cuanto al caso de los supuestos mensajes sexuales que habría recibido una mujer por parte de Marrero a cambio de un favor político, Paulina Ramírez dijo que le duele mucho porque “para mí era un caballero, conmigo siempre fue caballero y de buen comportamiento”.
‘Ojalá esto pueda ayudar a otras mujeres’
Por su parte, la funcionaria Bolaños explicó que tomó la decisión de revelar esos mensajes recibidos del teléfono de Marrero, después de conocer la noticia publicada este martes, sobre el despido del periodista a raíz de mensajes sexuales contra una mujer que solo pedía ayuda de la diputada Xiomara Rodríguez para su hijo.
“Cuando leí la noticia, me acordé de lo que me había hecho a mí. Si esto puede ayudar a otras mujeres, para que de verdad nos defendamos y digamos: ‘Hasta aquí'. La gente tiene que aprender a respetar a todos los seres humanos, pero creen que la mujer es débil por ser mujer; eso me indignó terriblemente”, indicó Bolaños.
Agregó que ahora cree que, tal vez por su indignación, en aquel momento no hizo lo que debía para denunciar, por el qué dirán, para no verse envuelta en escándalos. “No hice lo que tenía que haber hecho”, acotó. “Una tiende a evitar un escándalo y que la gente pregunte”, aseveró.
“Cuando leí la nota, veo que la señora vino a pedir ayuda para un hijo. Uno no le daba pie a este tipo para que entablara ese tipo de conversaciones. Yo nunca le di pie a nada”, agregó.
Bolaños también comentó que hay mucho miedo a afrontar ese tipo de denuncias, cómo hacerlo, cómo darle la cara a la gente. “Yo decidí que hoy voy a afrontar y darle la cara a la gente, cinco años y medio después, porque estoy segura de que se nos va a quitar un peso de encima”, dijo.
También cree que hay muchas denuncias que no se hicieron y que entiende que muchas personas borren ese tipo de chats, por repudio y porque “te da una cosa fea, una sensación de no querer verlo ni leerlo”.