Así lo reveló Figueres, el pasado este jueves, luego de que finalizara un conversatorio de candidatos presidenciales sobre infraestructura pública, organizado por la Cámara Costarricense de Construcción.

“Uno podría tomar la decisión, por la situación fiscal que tenemos, de vender ese trayecto a fondos de pensiones costarricenses, que fueran los fondos de pensiones los beneficiarios de un pago; de un peaje que fuera razonable, pero que al mismo tiempo garantizara lo que es el mantenimiento de esas obras que hoy en día no se están realizando”, manifestó el verdiblanco.

Durante el conversatorio, el expresidente de la República (1994-1998) manifestó su interés en desarrollar obra pública, por medio de alianzas público-privadas, ante la falta de recursos propios del Estado para la construcción de más vías y de otros proyectos como hospitales o centros penitenciarios.

Consultado por La Nación sobre el detalle de esas obras, Figueres adelantó sus planes sobre esta ruta y otras obras.

“Se pueden reciclar algunas obras de infraestructura como lo es Cañas-Liberia para liberar recursos que nos permiten avanzar en otras obras de infraestructura. Pero no quiero que lo limitemos a eso; yo pienso que en este país tenemos un serio problema en cuanto a la infraestructura carcelaria.

“Tenemos privados de libertad que están viviendo en condiciones absolutamente deplorables que van en contra de sus derechos humanos y eso es algo que en otros países se ha resuelto con alianzas público-privadas que construyen las instalaciones que se requieren y el Estado pasa a alquilarlas, en lugar de tener que construirlas. Lo mismo pienso que deberíamos evaluar para hospitales”, precisó.

En la mira

Instalar un peaje para cubrir el mantenimiento del tramo Cañas-Liberia es una idea que está sobre la mesa. La ampliación de ese sector de la Interamericana norte comenzó en mayo de 2012 y se inauguró en julio del 2016. Por allí transitan a diario alrededor de 9.000 vehículos.

Pese a algunos reparos iniciales, en febrero de este año, el gobierno de Carlos Alvarado anunció que realizaría un estudio para analizar la viabilidad de acudir a esta modalidad de financiamiento.

La intención de apurar el plan para optimizar la operación de la ruta se da en momentos en que la carretera urge de mantenimiento para evitar el deterioro de las losas de concreto.

De hecho, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) ya ha hecho varias advertencias sobre la necesidad de realizar mejoras para evitar daños severos en ese trayecto.

El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tampoco descarta la posilidad de acudir a una concesión para los dos tramos que conectarán Barranca (en Puntarenas) con Cañas (Guanacaste) y que actualmente se encuentran en construcción.

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Dichos proyectos fueron desarrollados con préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y su mantenimiento depende del aporte estatal.

Desde julio del 2018, un panel de expertos de la consultora Deloitte sugirió colocar casetas de cobro en esa vía. Sin embargo, el presidente Alvarado descartó la posibilidad durante en una visita a Guanacaste. “No, no va a haber peaje en la carretera Cañas-Liberia”, manifestó durante una actividad en Cañas.

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Múltiples atrasos en su ejecución hicieron que este tramo se entregara 383 días después de lo previsto y con un sobrecosto de $44 millones, pues inicialmente se presupuestó en $175 millones y terminó en $219 millones.