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No todos los congresistas estuvieron de acuerdo en pagar para dejar sus retratos en las curules del antiguo plenario. Estos son los de Patricia Villegas, Erwen Masís, Nidia Céspedes, Wagner Jiménez, Floria Segreda, María Vita Monge, Aracelly Salas, Xiomara Rodríguez y Laura Guido. Foto: Cortesía.
Varios diputados pagaron ¢58.000, cada uno, para dejar colocados sus retratos en las curules que ocuparon en el antiguo plenario de la Asamblea Legislativa, por ser los últimos ocupantes de ese recinto parlamentario, antes de la inauguración de la nueva sede.
Aunque ya esas antiguas curules, que tienen más de 60 años, tienen placas con los nombres de los últimos legisladores que las ocuparon, una mayoría de congresistas quiere ir más allá y dejar colocadas sus fotografías, para lo cual solicitaron al diputado Dragos Dolanescu recomendar a alguien que enmarcara las fotografías.
La idea había sido aprobada por el Directorio que presidió Eduardo Cruickshank, casi al término de su gestión, el 21 de abril del 2021, tal como lo reportó en su momento AmeliaRueda.com. Quien llevó la iniciativa fue la socialcristiana María Vita Monge, bajo la pretensión de que fuera la administración la que pagara por los retratos de los congresistas.
No obstante, el Directorio actual, presidido por Silvia Hernández, revocó dicho acuerdo, porque la Dirección Financiera del Congreso advirtió de que no existían recursos para hacer tal gasto, que además es poco usual, pues lo normal es que se contraten los retratos de expresidentes legislativos y de beneméritos de la patria.
En el caso de los expresidente de la República, por ejemplo, son ellos mismos los que tienen que pagarse los retratos, mientras que el Congreso paga los marcos que se les colocan.
La directora de Prensa y Protocolo del Congreso, Karla Granados, explicó que, cuando la presidencia de Cruickshank aprobó la colocación de los retratos, se hizo la gestión ante la administración, porque los acuerdos del Directorio son de acatamiento obligatorio.
“Hicimos gestiones y nos informaron del Departamento Financiero que no se contaba con presupuesto. El acuerdo original era que el plenario antiguo quedara tal cual estaba, con los respectivos nombres. El actual Directorio supo y ellos dejaron sin efecto el acuerdo anterior”, comentó.
Granados dijo que los diputados se organizaron para contratar sus propios retratos y cubrir el costo de la fotografía.
Algunos diputados incluso estuvieron de acuerdo con la idea, pero finalmente no pagaron el costo del retrato enmarcado. Otros la rechazaron del todo, como José María Villalta, del Frente Amplio, y la independiente Paola Vega.
El liberacionista Jorge Fonseca comentó que la idea era que se les recordara con imagen como los últimos ocupantes del antiguo plenario legislativo.
Dolanescu indicó que él no coordina la colocación de los retratos, sino solamente fue el enlace entre los congresistas y el encargado de hacer los marcos.
“Según entiendo, aparte de tener las curules nuestros nombres, en su momento decidieron poner fotografías, ya que fuimos los últimos diputados que cierran un ciclo en el antiguo edificio, que se convirtió en un museo”, apuntó el independiente.