Al cierre de dos semanas completas de discusión de mociones de fondo del proyecto sobre jornadas 4-3, los diputados discutieron el jueves sobre el carácter voluntario que tendría esta modalidad para los asalariados.
Los ánimos se han ido calentando poco a poco entre los defensores de la propuesta para que los trabajadores laboren cuatro días con jornadas diurnas de 12 horas, por tres días de descanso, y los legisladores que se oponen.
El plenario ha trabajado en turnos completos, con dos o más sesiones por día, y el jueves cumplieron 12 sesiones de discusión de mociones, por lo que solo restan dos más antes de que caiga la guillotina y se empiecen a votar las mociones sin uso de la palabra.
El jueves, Pilar Cisneros, jefa del oficialista Progreso Social Democrático (PPSD), presentó una serie de datos de una encuesta sobre lo que considera aspectos positivos de la modalidad, mientras que Montserrat Ruiz, de Liberación Nacional (PLN), la cuestionó.
En la encuesta, hecha con un muestreo en empresas dispuestas a utilizar las jornadas flexibles, un 75% de los empleados consultados respondió que prefiere la mitad 4-3 y la mitad mencionó que ofrece más tiempo libre, para estudiar, por ejemplo, dijo Cisneros.
Entonces, Ruiz cuestionó que más de la mitad de los que respondieron eso corresponde a personas sin labores de cuido a su cargo y que las empresas que hoy aplican ese tipo de jornadas pagan las horas extra, después de la octava hora.
Por ello, llamó a promover la reducción de jornadas en ese modelo, como lo han hecho países europeos o incluso Chile, con jornadas semanales de 40 horas.
“Qué dicha que hay empresas que ya pagan ocho horas ordinarias y paga cuatro extras, qué bendición. Usted lo que quiere hacer es que las 12 horas sean de pago ordinario. Ayudemos a sus empresarios, no a los míos que son más responsables, cada quien con lo suyo”, reclamó.
En medio de la respuesta, Ruiz reclamó a Cisneros que no la viera ni le pusiera atención, y dijo que era una pena que no diera la cara “para variar”. Eso molestó a diputados del oficialismo y cercanos.
La liberacionista también le cuestionó a la oficialista qué tan libre y voluntario era el empleado de aceptar o rechazar las jornadas de 12 horas.
“Dejen de mentirle a la gente, estoy agotada. Nosotros defendemos a los trabajadores y usted a su grupo empresarial, al que le habla por ese Whatsapp que usted pasa viendo”, agregó.
¿Qué dice el proyecto?
El proyecto dice que el patrono “no podrá tomar ninguna medida o despido con fines discriminatorios o represalia” contra el trabajador que no consienta una variación en el contrato. Agrega que el Ministerio de Trabajo tendrá un “procedimiento de recepción expedito y anónimo de denuncias sobre la inadecuada aplicación de esta jornada en su carácter voluntario, así como en las condiciones normadas para su aplicación”.
Asimismo, establece que cuando lo empresa lo requiera de forma ocasional, un trabajador en este esquema podría laborar voluntariamente un día más a la semana siempre que no exceda 12 horas adicionales.
Montserrat Ruiz también dijo: “¿Dónde se ha visto que una jornada laboral sea voluntaria, porque si no están de acuerdo, los despiden? Entonces, no mientan, ustedes no quieren más descanso ni defienden a los trabajadores, sino que defienden a las empresas que hoy están en el marco de ilegalidad”.
El subjefe de Progreso Social Democrático, Daniel Vargas, criticó que Ruiz levantara el tono de voz. “Hablar y gritar son cosas distintas y deben recibirse de forma distinta. Tenemos capacidad de mantener un todo normal y no hay necesidad de elevar la voz”, dijo el diputado.
En tono similar, Olga Morera, subjefa de Nueva República, criticó a Ruiz y la calificó de irrespetuosa por retar a Cisneros con los datos que estaba presentando, aunque la jefa del oficialismo alegó que ella se puede defender sola.
“Usted y yo, doña Montserrat, somos mujeres y tenemos la capacidad de hacer dos cosas a la vez”, le respondió. También, reiteró lo que dice la moción propuesta para el proyecto, sobre el carácter voluntario de la modalidad, cuando el patrono le solicite al trabajador “en forma ocasional” hacer una jornada de 12 horas a las cuatro ordinarias.
Tanto Ruiz como los miembros del Frente Amplio han cuestionado esa supuesta voluntariedad u opcionalidad, pues alegan que los empleados se ven forzados a aceptar esa jornada adicional.
Cisneros al FA: ‘Son jóvenes y no han llevado palo’
La jornada legislativa tuvo otro episodio de tensión más, cuando Pilar Cisneros cuestionó que el Frente Amplio no apoye la iniciativa de jornadas 4-3, y adujo que es “como son jóvenes y no han llevado palo”.
“El 30% de los jóvenes no tiene trabajo y va a poder tener trabajo con este proyecto. No, no y no, ustedes no tienen que seguir en esa tesis de negarle la posibilidad a la gente de tener un trabajo digno. Es preocupante. Yo quisiera saber si a los diputados de la izquierda, que todo les parece tan fácil, estarían más contentos trabajando ocho horas, seis días a la semana. Tal vez no han llevado palo en la vida”, agregó.
El exjefe del FA, Jonathan Acuña, reaccionó molesto y enfatizó que, pese a ser un diputado de 30 años, por años trabajó en empleos que lo hicieron recibir palo y precisamente por eso se opone al proyecto de jornadas 4-3.
“Ninguna persona joven debería recibir palo como usted pretende que reciba. Yo viví que no me pagaran las extra. No me pida que me tranquilice si usted dice algo como eso”, reclamó muy molesto y cuestionó cómo el oficialismo promueve eso.
Priscilla Vindas, también del FA, relató su propia experiencia trabajando desde los 15 años y, desde los 18, en un centro de llamadas donde “me tuve que tragar insultos, personas tratándome como si fuera una basura” y enfatizó que el proyecto condenaría a la juventud a ese tipo de situaciones.
“A uno lo insultan y uno tiene que pedirle disculpas al cliente. Me gustaría que ustedes se sentaran a tomar llamadas con 10 horas de insultos y gritos. Divino, divino, sale una sintiéndose feliz de la vida”, alegó.
También dijo que en ese tipo de empresas solo le autorizan a un trabajador seis minutos para ir al baño en la jornada.
Al término de la jornada 12 de discusión de mociones, los diputados aprobaron hacer consultas a organizaciones de personas con discapacidad, así como al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) sobre los efectos de jornadas de 12 horas en las personas y el incremento de drogas como la cocaína para aguantarlas.