Diputada desoye prohibición de llevar mascotas a la Asamblea Legislativa

La diputada Ada Acuña, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), hizo caso omiso de la prohibición de llevar mascotas al edificio del Congreso y sigue manteniendo a su perro, Samu, en el despacho parlamentario.

Así lo constató La Nación, este jueves por la tarde, cuando observó que debajo del escritorio de la jefa del despacho de Acuña se encontraba la mascota, con una cobija y varios juguetes.

Ya desde el 19 de julio de este año, la administración del Congreso había recibido una llamada de atención de parte de Raquel Ramírez Fonseca, supervisora de Fideicomisos de Obra Pública del Banco de Costa Rica (BCR).

Ramírez es la encargada de velar por el correcto uso de las instalaciones del fideicomiso inmobiliario Asamblea/BCR 2011, que es, por ahora, el propietario de ese inmueble.

A principios de agosto, La Teja dio cuenta de la llamada de atención que le tuvo que hacer la administración del Congreso a la diputada oficialista por llevar su mascota.

En una nota enviada, Ramírez advirtió la preocupación porque se les informó sobre la presencia de una mascota en el despacho de Acuña, ya en ese momento por segunda ocasión.

“Es importante destacar que el edificio de la Asamblea no fue diseñado ni construido con el propósito de albergar mascotas.

“La presencia de un perro podría ocasionar diversos inconvenientes, considerando las necesidades propias de la mascota y posibles daños en las alfombras o parklex”, dice la nota

En consecuencia, el fideicomiso pidió a la administración del Congreso tomar las medidas para que no se ingresen animales a las instalaciones parlamentarias.

En el oficio AL-DREJ-OFI-0571-2023, la directora ejecutiva, Karla Granados, remitió a Acuña la nota del BCR y le recordaron que el edificio está en arrendamiento, “por lo que nos encontramos en la obligación de cumplir las normas de uso indispensables para su preservación”.

Granados indicó a la congresista que la unidad administradora de mantenimiento, Mabinsa, constató varias veces la presencia del perrito en su despacho, por lo que le pidieron, “ante el llamado de atención del fideicomiso” tomar medidas para que “tal situación no se vuelva a presentar”.

Sin embargo, a menos de dos meses, la diputada ha vuelto a llevar su mascota. Incluso, hay reportes de que el perro en algún momento ha pasado por los pasillos del piso 6, en donde se encuentra el despacho de Ada Acuña.

A través de su encargada de prensa, Jacqueline Solano, la diputada negó que se le hubiera hecho ninguna llamada de atención a ella.

“El criterio técnico del administrador fue indicado a esta diputada; por tanto, por las características del perrito, va a estar solo por el plazo de las vacunas (porque es un perrito de muy corta edad), y en conversación con la Dirección Ejecutiva del Congreso”, respondió Acuña.