
El gobierno de Daniel Ortega intentó sin éxito, semanas atrás, que los países de la región extendieran por cuatro años más el periodo del actual secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Vinicio Cerezo.
Managua planteó una primera propuesta a los cancilleres de la región, de forma oficial, a principios del mes junio, haciendo uso de un acuerdo del 2017 entre los mandatarios de Centroamérica.
Ese pacto, sellado en San José, reafirmó el principio de rotación geográfica de la secretaría, la cual le corresponde a Nicaragua para el periodo 2021-2025.
Sin embargo, la continuidad en el cargo del expresidente de Guatemala no se concretó por la falta de consenso, que es la forma en que se elige a quien ocupará ese alto cargo, explicó el canciller de Costa Rica, Rodolfo Solano.
“Se hizo una propuesta y se hicieron las valoraciones. Se hizo el trámite ante todos los estados miembros y no hubo en ese momento un consenso para la continuidad. Por eso es que (Nicaragua) presenta una segunda terna” esta semana, explicó el ministro de Relaciones Exteriores costarricense.
La conversación de los cancilleres se produjo en diferentes espacios, entre reuniones regionales o notas diplomáticas.
A Solano le correspondió dirigir la búsqueda del consenso, por ser el canciller del país que ostentó la presidencia pro témpore del SICA durante el primer semestre del 2021.
Sobre la posición que asumió Costa Rica en esas pláticas, el canciller manifestó que no hubo tiempo de fijarla.
“No, no. No hubo necesidad. No se trata de estar de acuerdo o no. Uno como presidencia pro témpore hace la consulta de consenso. Al no lograrse, simplemente se le comunica al país proponerte y se pausa el proceso”, agregó.
Belice fue uno de los países que manifestó su posición, desde el punto de vista jurídico, distinto al consenso que pretendía lograr Managua alrededor de la designación de Cerezo.
En una nota diplomática enviada el 22 de junio, la Cancillería de ese país recordó que, hace cuatro años los presidentes acordaron que la próxima secretaría le correspondía a Nicaragua.
Ese acuerdo, según dijo Solano, sigue vigente dentro del marco de la institucionalidad del foro regional. Luego, hizo ver, es probable que se den otras valoraciones.
En la línea del acuerdo, Belice aseguró que el Protocolo de Tegucigalpa no contempla la extensión del plazo a un secretario general en el organismo.
Añadió que el próximo jerarca de la secretaría general debe ser de la nacionalidad del Estado miembro a quien le corresponde proponer candidatos, en este caso de Nicaragua.
El Salvador también planteó sus valoraciones, sobre todo jurídicas, dijo Solano, sin explicar el detalle.
Cerezo dirige desde el 1°. de julio del 2017 este órgano regional encargado de ejecutar los mandatos que deriven de las reuniones de presidentes, ministros y comité ejecutivo del SICA.
Su plazo vence este 30 de junio. La idea de Managua era que el guatemalteco, un cercano de Ortega desde las negociaciones de paz en Centroamérica en la década de 1980, continuara hasta el 2025.
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Ante la falta de acuerdos, el gobierno de Ortega presentó una segunda propuesta, esta semana, la cual ya se distribuyó entre los cancilleres de los países miembros del SICA, comunicó Solano.
La terna la encabeza el actual el actual diputado nicaragüense ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Orlando Tardencilla, un exguerrillero sandinista aliado de Ortega.
Le siguen Luz Marina López Escobar, coordinadora técnica de la Secretaria de Infraestructura del Gobierno Regional Autónomo de la Costa Caribe Norte de Nicaragua; y María Amelia Coronel Kinloch, actual ministra de Gobernación.
La discusión entorno al próximo secretario, continuarán la próxima semana, añadió Solano. Conforme avanzan las conversaciones, continuó el ministro, se definiría una fecha para designar al próximo secretario general.
“Hay una terna presentada, la cual tiene que tener un tratamiento por parte, en primer instancia, del Consejo de Ministros y, en última instancia, de los jefes de Estado”, agregó.
De momento, la evaluación de los cancilleres es sobre el cumplimiento de los requisitos de los candidatos de Nicaragua como mérito, idoneidad o realizar entrevistas.
Luego, cada país podría hacer otras valoraciones, incluso, puede tomar en cuenta la crisis política de Nicaragua.
“Yo diría que tiene que ser parte de los ejercicios de valoración, al menos en la valoración, en el caso particular mío, lo tendré que hacer”, adelantó Solano, aunque evitó adelantar criterio por el fondo.
“Nosotros seguimos atendiendo el proceso, tiene sus etapas y cada etapa tendría que ser abordada de previo a cualquier decisión al respecto”, reiteró, ante la consulta sobre la posición de Costa Rica a la propuesta de Ortega.
En el año 2012, el líder sandinista condecoró al exgobernante guatemalteco con la orden de la independencia cultural Rubén Darío, durante una cumbre del SICA en Managua.
Ortega le reconoció a Cerezo haber sido uno de los artífices de los Acuerdos de Esquipulas II que, en esa oportunidad, cumplía 25 años de haberse sellado en Guatemala.
Por su parte, Cerezo dijo en su cuenta de Twitter, el 29 de julio del 2018, que los presidentes del SICA le había dado un mandato para contribuir a la crisis sociopolítica de Nicaragua que, a esa fecha, apenas empezaba.
“Creo que la salida es interna, por ello he hablado con muchos de los actores involucrados desde el principio, en torno a las posibilidades de la reinstalación del diálogo”, publicó Cerezo.
“Contrario a lo que algunos dicen, con el único que no he hablado directamente es con el presidente Ortega. Es irresponsable e infundado decir que se busca una solución a la medida del gobierno”, publicó el secretario general.
Tres años después, la crisis continúa en Nicaragua.