Cambio en diseño de puente ocasiona atraso de 14 meses en ampliación de la ruta 32

Un cambio en el diseño de uno de los puentes del proyecto de ampliación de la ruta 32, ocasionó el atraso de 14 meses en la entrega de la vía entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón.

El problema es que ese paso fue diseñado en un extremo donde no se tenían los terrenos necesarios, por lo que la constructora China Harbour Engineering Company (CHEC) debió hacer la modificación.

Aquel fue el fundamento de la empresa para solicitar al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), 421 días más de plazo para entregar la obra de 107 kilómetros.

Como el Conavi le concedió el tiempo, en vez de concluir el 27 de marzo, como estaba previsto luego de una primera prórroga, ahora deberán hacerlo el 22 de mayo del 2022.

De acuerdo con el detalle de la Unidad Ejecutora, la empresa alegó en su reclamo que la demora en la gestión de expropiaciones afectó el avance para completar el puente sobre el río Destierro, en Pocora de Guácimo.

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Además de las expropiaciones, CHEC reclamó en esa misma solicitud que se le reconociera el atraso al tener que modificar los diseños, pues se debió cambiar el trazado original de ese tramo de la ruta, al tener que pasar la construcción de la nueva estructura del lado derecho al lado izquierdo del puente existente.

El Conavi calificó este segundo reclamo como “no procedente”, pues está implícito en el primer alegato.

Adicionalmente, CHEC pretendía que se le aprobaran otros 401 días compensables por demoras en la entrega de las propiedades para construir los intercambios en los accesos a la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) y al muelle de la Junta de Administración Portuaria y Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

Esa solicitud también fue rechazada. En su respuesta, la Unidad Ejecutora indicó que es técnicamente innecesario, pues ese plazo queda cubierto por los 421 días otorgados.

Inconformes

Aunque los representantes de la compañía china confirmaron que no han contemplado apelar la resolución del Conavi, sí manifestaron su inconformidad con la resolución, dada a conocer la semana anterior.

Según dijeron, ahora deberán realizar ajustes en los cronogramas y planes de trabajo para cumplir con el nuevo plazo de entrega y presentar dicha propuesta a la Administración.

“Sin lugar a dudas, el atraso en las expropiaciones y los consecuentes cambios en el diseño de las obras han dificultado por mucho tiempo el avance del proyecto y los tiempos que teníamos contemplados.

“Nos encontramos analizando el nuevo plazo autorizado para presentar al Gobierno un programa de construcción actualizado de acuerdo con las fechas propuestas. En este momento no hemos contemplado ninguna apelación ya que estamos en un proceso de actualización del programa constructivo para hacer las observaciones pertinentes”, indicaron vía correo electrónico ante consultas enviadas por La Nación.

El director del Conavi, Mario Rodríguez, afirmó que la extensión en el plazo se realizó bajo un estricto respaldo y cada día que se otorga es sometido a la Auditoría.

“Eso el equipo lo ha cuidado mucho (...) como país de derecho ellos pueden venir y decir no estamos de acuerdo, pero no tengo información de que ellos hayan hecho eso”, añadió.

La constructora manifestó que para completar los trabajos en el tiempo otorgado, dependerán del apoyo del Ejecutivo en el tema de expropiación y reubicación de servicios.

Rodríguez, entretanto, reconoció que la empresa podría solicitar nuevas extensiones en el plazo en los meses que le restan, si existieran nuevos eventos compensables que así lo justifiquen.

Sin embargo, pese a las reiteradas quejas de la firma china por la disponibilidad de terrenos, Rodríguez insistió en que el contratista tiene el 95% de las áreas necesarias para hacer el trabajo que se requiere en la carretera.

“Aceptamos que hay algunas intervenciones en que sí les afecta”, agregó.

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Precisamente, expertos del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) advirtieron el mes anterior que las expropiaciones no han sido la principal razón de atraso durante los tres años que lleva la empresa a cargo de la obra, sino que más bien la obtención de permisos y la reubicación de servicios públicos estuvieron entre las causas de la lentitud en el avance.Fase crítica

Lo que sí advirtieron en una comparecencia ante diputados de la Comisión de Limón en la Asamblea Legislativa, es que las expropiaciones sí podrían generar importantes impedimentos para avanzar en esta fase constructiva, pues la empresa tiene pendientes la mayoría de intercambios y otras obras como vías retornos y puentes peatonales, donde se requieren más terrenos.

Para enero de este año, el Estado tenía aún pendientes de adquirir más de 400 lotes.

Aunado a los atrasos provocados por iniciar la obra sin las condiciones de preingeniería óptimas, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, ha criticado la lentitud en la ejecución por parte de la empresa china.

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Esta es la segunda prórroga que se otorga a la firma china para completar los trabajos que se iniciaron en noviembre del 2017 y originalmente debían completarse en octubre del 2020.

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El proyecto tiene actualmente un 40% de avance.

Además de la ampliación de la vía a cuatro carriles, la obra encargada a CHEC contempla la construcción de 33 nuevos puentes y el refuerzo de los ya existentes.

También se prevé la construcción de 13 pasos a desnivel, 11 retornos, 24 puentes peatonales y cinco intersecciones en los intercambios a Río Frío, Guápiles, Siquirres, Moín y en el ingreso a la Terminal de Contenedores de Moín (TCM).

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La obra tiene un costo de $465 millones, de los cuales $396 millones son financiados por el Eximbank de China y $69 millones corresponden a una contrapartida nacional.