
El ferri de Conatramar partió ayer de un muelle en el centro de Puntarenas hacia la Isla del Coco, cargando 20 toneladas de materiales y equipo para construir la planta hidroeléctrica Olivier, la segunda en aquel parque nacional.
Está previsto que los materiales lleguen a la isla después de 44 horas de viaje. Con ellos, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) iniciará los trabajos en enero.
El proyecto hidroeléctrico Olivier es una iniciativa de la CNFL (construcción y financiamiento) y el Instituto Costarricense de Electricidad (diseño).
Asimismo, en este participan el viceministerio de Agua y Mares del Ministerio del Ambiente (Minae), el Área de Conservación Marina Isla del Coco (Acmic) y la Fundación de Amigos de la Isla del Coco (Faico) que asu vez admnistró los fondos aportados por la embajada de Japón y la empresa SC Johnson para la compra de la turbina.
La nueva planta tendrá capacidad para producir 10 kilovatios (kW) hora. La obra tiene un costo que ronda $1 millón.
Esta hidroeléctrica sustituirá con fuentes renovables el sistema de hidrocarburos que se usa en bahía Chatham, y dará energía –junto a la planta del río Genio (en bahía Wafer) – a la nueva estación de vigilancia marítima, en las cercanías de punta Presidio.
Monitoreo. En esta nueva estación funcionará la torre donde estará el radar, el cual tendrá un alcance de 100 millas náuticas para el control de pesca ilegal, tráfico de personas, contrabando de combustible y narcotráfico, entre otras labores relacionadas con la vigilancia.
Este sistema enviará una alerta que atenderán los guardacostas y guardaparques que estén presentes en la isla.
Todo lo anterior forma parte de la Estrategia Nacional de Control y Vigilancia Marítima de los 534.00 km² de mar territorial.
Según explicó el viceministro de Agua y Mares, José Lino Chaves, el proyecto tiene contemplada la instalación de un total de 17 radares en toda la zona. Solo la isla tiene 23,85 km², y mide 7,6 km de largo y 4,4 km de ancho.
Aunque estaba previsto que el radar de la isla debía empezar a funcionar en marzo, no será sino hasta abril o mayo debido a varios atrasos.
Los fondos este proyecto fueron aportados tanto por el Estado como las organizaciones Conservación Internacional (CI) y la Asociación Costa Rica por Siempre, a través de donaciones de la Fundación Ocean Five.