Texto original publicado por La Nación el 2 de agosto de 1972
El servicio local de vuelos que que Lacsa ofrece diariamente, es ahora más eficiente, rápido y cómodo con el funcionamiento de dos aviones tipo “Convair 440″ que la empresa recientemente adquirió. Lacsa actualmente cubre las rutas hacia Guanacaste, Palmar Sur, Golfito, y Limón, con cuatro aviones, dos C-46 y los “Convair”. El DC-6 que tenía prácticamente en la vía a Limón, se dedicará ahora al transporte de carga internacional.
El vuelo inaugural de los Convair fue realizado anteayer a Limón. 48 personas, entre invitados y ejecutivos de la compañía, volaron al puerto en donde se efectuó la bendición de una de las naves. Posteriormente, Lacsa ofreció una recepción en un hotel de la ciudad, hasta las 3 p.m., hora en que los pasajeros y tripulantes retornaron a la capital. Esa firma aérea nacional comenzó su servicio local hace 26 años. La traída de los Convair significa una nueva etapa para el servicio local de Lacsa.
Sin embargo, solamente existe el inconveniente de que los aviones, que fueron recibidos de Lufthansa con un servicio de mantenimiento de ¢2 millones, no pueden aterrizar en algunos lugares debido a que todavía las pistas son de tierra. El motivo por el cual no pueden tocar pistas de este tipo se debe a que la distancia que separa las hélices del suelo es corta y ello puede ocasionar problemas. Los Convair vienen a reducir el tiempo de vuelo hacia las diferentes rutas que abarcan.
Si bien es cierto que las carreteras prácticamente han mermado el tráfico aéreo, el factor tiempo, ahora más que nunca, hace que el público prefiera volar, en un mismo día, si se quisiera, a cualquiera de las rutas que abarca Lacsa. La inversión total asciende a ¢3 millones, que no deja ganancias, pero se presta un importante servicio al país. Con esta reciente adquisición, Lacsa tiene invertido ahora un capital de ¢114 millones.
En otras noticias:
Ticatex despedirá empleados que no se presenten a trabajar
Hoy a las 2 p.m., de acuerdo con lo predicho por la empresa, se decidirá, prácticamente, la suerte de Ticatex y de sus obreros. A esa hora vence el plazo dado por la compañía textilera a los trabajadores, para que se presenten a laborar, de lo contrario, están despedidos. La empresa, durante el lapso restante, recibirá y dará protección a los colaboradores que recapaciten y retornen a sus trabajos, además de que les reconocerá los salarios caídos y les preservará sus derechos.
Entre el grupo de trabajadores en huelga hay representantes de UNDECA, que una o dos veces al día se dan una vuelta para ver cómo camina todo. La policía y los huelguistas se mantienen en armonía. Ciertos empleados, sin embargo, son silbados cuando abandonan la planta en automóviles. Los dirigentes dicen estar firmes en su posición y que si se les despide, no permitirán que gente nueva sea contratada por Ticatex para que trabaje.
Fuera de la planta hay un rótulo de la empresa, en el que se advierten las medidas que se tomarán de no presentarse a trabajar hoy. Se insiste en que la empresa se reserva el derecho de aplicar las sanciones que estime conveniente contra un pequeño grupo disidente.
Preparan supuesto golpe de Estado en Argentina
El corresponsal de un semanario dijo que se está preparando un golpe de Estado contra el presidente Alejandro Lanusse, que deberá ser ejecutado después del próximo día 25. Es esta la conclusión a que llegó Milton Témer —según escribe en la edición que salió hoy a la circulación del semanario " O’Pasquim” de Río de Janeiro después de “diversas entrevistas con algunos ensayistas políticos, dirigentes sindicales, estudiantes y periodistas”.
El corresponsal argumenta que esta es “la única alternativa donde cualquier solución política —haya o no las elecciones del 73— tiene que pasar por el peronismo”. Dijo que los conspiradores “consideran cierto que las exigencias de establecimiento de plazos electorales harán que ciertamente no retorne al país” y que “si Perón contraría las perspectivas, será imposible impedir su elección”. Explica que las estadísticas “más pesimistas” que circulan “garantizan un 60% de los electores”.
El golpe sería ejecutado después del 25 de agosto “para no permitir a Lanusse presentarse como candidato en el 73″. Témer no dijo quiénes son los conspiradores, pero agregó: “La fuerza aérea, apoyada por sectores del Ejército, se opuso a las negociaciones que Lanusse efectuó con Perón porque inicialmente una tentativa del sistema de poder para controlar menos el sector sindical del peronismo, se estarían transformando en una jugada personal de Lanusse” para continuar en el poder.