A un lado del kilómetro 48 de la carretera Interamericana Sur, en San Isidro de El Guarco, Cartago, se ven los vestigios de lo que fue la Escuela Casa Mata, azotada por la tormenta Nate, en octubre del 2017.
Desde entonces, los 47 alumnos y 10 miembros del personal docente y administrativo han pasado por varios lugares. Actualmente, alquilan una propiedad que en diciembre próximo deben desocupar.
Nayiva Aguilar Montero, directora de la escuela, no estaba en el cargo cuando ocurrió la tragedia, pero cuenta que le contaron que todo fue “muy doloroso”, aunque afortunadamente habían suspendido lecciones para evitar una desgracia mayor.
“La escuelita fue reubicada en un terreno que se alquiló y han pasado bastantes necesidades porque no es la infraestructura adecuada para albergar a docentes y estudiantes; es muy pequeña, ya que la estructura no es para dar clases (es una especie de bodega). Estamos a unos 500 metros de donde se derrumbó la otra, sobre la carretera principal; tenemos dos baterías de baño y un aula móvil”, detalló.

Según la directora, los padres de familia preguntan muy seguido por la situación del edificio, pero ella solo responde que están a la espera de las acciones por parte de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE) del Minsiterio de Educación Pública (MEP).
Como no llegaba pronto el pronunciamiento de la DIE, la comunidad se tiró a la calle el 21 de agosto anterior, cuando impidieron el paso por la Interamericana Sur. Autoridades del Ministerio se hicieron presentes y se comprometieron a dar una solución.
Esperanza
“Gracias a Dios, ya tenemos el terreno para la reubicación de la nueva escuela y estamos esperando el contrato para el nuevo arrendamiento (donde se construirá la escuela), pero primero deben venir ingenieros de la empresa que instalaron el aula móvil para poder trasladarla”, informó.
El sitio donde se ubicarán mientras se construye el nuevo centro educativo es una casa mucho más grande, aunque tampoco tiene las condiciones para recibir a los niños; necesita iluminación, ventilación y algunas modificaciones para habilitar las aulas. Hay que reparar las instalaciones eléctricas y cambiar el techo.
Aun así, Aguilar tiene la esperanza de que la graduación de este año se haga en la nueva propiedad, a unos 700 metros.
Por el momento, seguirán con las incomodidades, que no son solo por el espacio físico, sino también por el clima. Esto, porque en la zona las temperaturas son bajas y“se les mete el frío”. Para evitarlo, han hecho algunos trabajos improvisados, ya que al ser una estructura alquilada, el MEP no puede invertir.
El 14 de setiembre, durante el acto cívico en Cartago, la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, mencionó en su discurso la escuela Casa Mata y aseguró que para el 2024 se espera la compra del terreno.
“Con la protesta que hicieron los padres de familia, los niños también se manifestaron porque el deseo de ellos es tener una escuela. El fin de semana anterior tuvimos la campaña “Un rojo por una escuela” con otras actividades como bingo y concierto para recaudar fondos, por si la Junta (Administrativa) debe asumir los arreglos de la infraestructura en el lugar adonde nos vamos a trasladar mientras el Ministerio gira el dinero”, informó la directora.

‘Terreno está cediendo’
También en San Isidro de El Guarco está la Escuela La Estrella, con 65 niños y tres maestras.
Aquí, la preocupación para la directora y docente Gabriela Obando Zúñiga es que el terreno está cediendo. Por esta causa, tuvieron que eliminar unos baños y requieren levantar un muro de contención.
“No hemos tenido los recursos para continuar porque la comunidad, con mucho esfuerzo, había empezado a hacerlo en años anteriores pero ya no había más dinero. Preguntamos a un señor que nos cotiza, pero solo de mano de obra eran como ¢10 millones y el otro muro externo que protege la escuela está casi caído, porque está en muy malas condiciones. Solo tenemos dos aulas y una que está en el kínder, tenemos bastante necesidad”, comentó Obando, quien llegó a La Estrella este año.
Cuando llueve, contó, se mete el agua porque las canoas están en mal estado y el piso se ha deteriorado porque está en cemento.
“Los baños están en obra gris, en cemento y se ubican abajo porque los de arriba se quitaron, pero quedó el cajón que también hay que quitarlo; tengo entendido que, por lo de los baños, hay una orden sanitaria. Me parece que hay un dinero del DIE para planos de una construcción, pero parece que es para mejoras”, señaló.
Le pidieron ayuda a la Municipalidad de El Guarco y les envió a un ingeniero quien recomendó el muro para contener la infraestructura, pero también hacer un estudio de suelos antes de cualquier mejora, porque es una zona muy húmeda.
“Se trabaja con lo que se tiene, pero sí se necesita inversión en la infraestructura de la escuelita para mantener y mejorar lo que está”, comentó.