El túnel de Calle Blancos y otras de las obras que conforman la última etapa de la Circunvalación norte, podrían sufrir deterioros prematuros, pues no se tiene seguridad de que los sistemas de drenaje se diseñaran según las necesidades y normativas técnicas requeridas.
Así lo determinó un informe elaborado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), realizado entre enero del 2022 y noviembre del 2024 y que fue dado a conocer esta semana.

Maurcio Salas, ingeniero de ese laboratorio, explicó que uno de los principales hallazgos y que prevalece actualmente, es que la Administración no suministró la información completa de las memorias de cálculo que se usaron para los sistemas de drenaje.
“En este momento no hay certeza de que el sistema de drenaje vaya a funcionar correctamente. Entonces, aunque puede que esté bien, puede que exista un riesgo de porque no hay cálculos que nos respalden técnicamente que eso se construyó de una buena forma”, explicó el ingeniero.
El problema, explicó Salas, es que los daños debido a esas deficiencias podrían presentarse tiempo después, sin embargo, al no existir esa información que debió considerarse al diseñar las obras, no hay cómo comparar si realmente se está haciendo lo que se requería, además tampoco se tiene certeza sobre la vida útil de esas obras.
“Eso puede generar problemas que al final genera costos a la Administración donde tiene que reparar ciertas cosas que no debieron de haber quedado mal hechas. Además, esa es información importantísima para que los departamentos que le vayan a dar mantenimiento, conozcan qué es lo que existe en la vía, cómo funciona y qué es del mantenimiento que tiene que dar”, apuntó.
De acuerdo con el vocero del Lanamme, aunque en el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) han brindado algunas respuestas sobre mejoras que se han venido haciendo, estas no quedan respaldadas en documentos técnicos.
Las deficiencias señaladas, podrían no solo afectar las obras, sino que además representarían un riesgo para los conductores, pues en aguaceros fuertes el agua estaría saliendo directamente a la calzada, lo que genera empozamientos que a su vez conllevan riesgos de derrapes.
Adicionalmente, esa acumulación de agua podría afectar la capa de ruedo y generar que se comiencen a desprender partículas del pavimento.
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Según el detalle contemplado en el informe, los datos faltantes contemplan los análisis hidráulicos, de capacidad de captación de tragantes y memoria de cálculo de estimación de caudales en el viaducto, así como detalles constructivos de pozos pluviales, tragantes, sumideros e instalación de tuberías en la totalidad del sistema.

Como parte de las inspecciones, los equipos auditores, incluso ya identificaron filtraciones de agua en el muro norte del paso deprimido que conforman la última etapa de la Circunvalación.
En la Auditoría se indica que el contratista propuso la colocación de drenajes horizontales, sin embargo, la memoria de cálculo se limitó a la estimación de caudales sin aportar información de diámetro de tubería, espaciamiento entre tuberías, longitud de tuberías entre otros detalles constructivos.
En el resto de secciones de la Circunvalación norte, los expertos también identificaron drenajes en puentes que desfogaban directamente en la subestructura del puente sobre quebrada Rivera y el puente sobre la salida a San José, en las cercanías de la ruta 32.
“Se identificaron tragantes que no fueron construidos junto a la barrera, lo que generó un borde libre que impide su correcto funcionamiento. Se ejecutaron los cambios solicitados en el informe hidráulico de 2022, no obstante, no se cumple con la profundidad de algunas de cajas pluviales utilizadas como tragantes”, señaló el Lanamme en la información divulgada.
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Otros hallazgos citados, incluyen la acumulación de sedimentos y basura en los puntos de captación de aguas, por lo que se recomienda el mantenimiento períodico para evitar la inundación de carriles debido a este problema.
Asimismo, en relación a la resistencia al deslizamiento, se indicó que en el tronco principal tres carriles mantienen una condición buena, clasificándose como una condición poco deslizante a excepción de un tramo de 50 metros con una condición muy deslizante, no obstante el carril derecho en sentido Calle Blancos – Uruca presenta, en su mayoría una condición regular, que representa para el usuario una condición deslizante.
El director del Conavi, Mauricio Sojo, aseguró que los hallazgos presentados eran de conocimiento por la unidad de ejecutora y la supervisora del contrato.
“Dichas no conformidades fueron remitidas al contratista y plasmadas en el acta de recepción definitiva. De igual manera, actualmente este consejo no ha hecho devolución de la garantía de cumplimiento y se cuenta con una garantía de calidad y buen funcionamiento. En caso de ser necesario, se aplicarían los puntos de en los proyectos que fueron identificados”, agregó.
La última etapa de la Circunvalación norte, que conecta la ruta 32 con Calle Blancos fue habilitada (sin concluir) en octubre del año pasado. Las otras cuatro secciones (entre la ruta 32 y La Uruca) se pusieron en servicio a mediados del 2023, más de ocho años después de recibir la orden de inicio.
La obra fue contratada por $223 millones al consorcio H Solís-La Estrella y financiadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).