El hoy ministro de Cultura, Jorge Rodríguez Vives, se habría encargado de “allanar el camino” para que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) le adjudicara un contrato por $405.000 a la productora audiovisual de Christian Bulgarelli, a fin de que parte del dinero se le girara a Federico Choreco Cruz Saravanja, exasesor de imagen del presidente Rodrigo Chaves.
Así lo señala la acusación de la Fiscalía General por la cual el Tribunal de Corte Plena solicitó levantar la inmunidad tanto al mandatario como al ministro.
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Según la pieza acusatoria, cuando Rodríguez se desempeñaba como jefe de despacho de Chaves, durante el primer año del gobierno, presuntamente procedió a “ejecutar todas las acciones necesarias para asegurar una contratación a la medida” para que RMC La Productora, empresa de Bulgarelli, brindara servicios de comunicación a Casa Presidencial.
Bulgarelli le declaró a la Fiscalía General que, ante una supuesta solicitud del presidente Chaves, habría depositado $32.000 en favor del exasesor de imagen del mandatario, a cambio del contrato financiado con una donación del BCIE para el Gobierno de la República.
De acuerdo con la acusación, el empresario habría usado el dinero para pagar el enganche de una casa en un condominio en aparente beneficio de Choreco.
El Ministerio Público sostiene que Rodríguez Vives, como mano derecha del presidente, habría tenido pleno conocimiento del aparente plan delictivo, al grado de que habría realizado la planificación previa de la contratación, administrado los dineros y fungido como enlace directo con el BCIE, entidad encargada de llevar a cabo el proceso de licitación supuestamente arreglado.

La pieza acusatoria detalla que, entre mayo y octubre del 2022, el actual ministro de Cultura tuvo contacto con Christian Bulgarelli, a quien le habría instruido que elaborara los términos de referencia del contrato que posteriormente le sería adjudicado, de manera que quedara “a la medida” para su empresa.
Además, la Fiscalía aseguró que Rodríguez habría sido el encargado de contactar al exdiputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Erwen Masís, a quien Chaves nombró como representante de Costa Rica en el BCIE.
“Continuando con su actuar delictivo, Rodríguez Vives se encargó de revisar los términos de referencia elaborados por Bulgarelli, y fungió también como enlace directo de comunicación con Erwen Masís Castro, como funcionario del BCIE; todo para asegurar la adjudicación del contrato a dicha empresa, sobre los posibles oferentes”, señala el documento.
“Tengo la conciencia tranquila y la trayectoria limpia. Si hoy se intenta usar el derecho penal con motivaciones políticas, confío en que la verdad y la justicia prevalecerán”, dijo al respecto el ministro de Cultura.
La Nación también le solicitó una reacción a Erwen Masís, pero no se recibió respuesta a la hora del cierre.

La acusación señala que los $32.000 otorgados a Choreco habrían sido una petición expresa del presidente Rodrigo Chaves, y habrían constituido un pago por el trabajo que realizó Cruz durante su campaña presidencial.
“El señor Rodríguez Vives desarrolló una participación en el plano operativo, dirigiendo al señor Bulgarelli en la elaboración de los términos de contratación y allanando el camino de esa contratación con un funcionario de aquella institución y, en síntesis, preparando el terreno para que parte del dinero otorgado siguiera el destino predispuesto”, detalla el documento.
‘Cariñitos’ de Rodrigo Chaves
La acusación presentada por la Fiscalía señala que el presidente, presuntamente abusando del cargo más alto de la función pública, habría actuado en acuerdo con Rodríguez para asegurar el beneficio económico indebido de Cruz.
La pieza acusatoria destaca un acontecimiento revelado por La Nación en diciembre del 2023, como parte de los reportajes Los Audios de Presidencia. En una grabación realizada por la exministra Patricia Navarro, el presidente Chaves dijo que deseaba ver el contrato con el BCIE porque tenía “un montón de antojos”.
“En una reunión con Rodríguez Vives, la ministra Navarro Molina, y el señor Bulgarelli, (Chaves) indicó que ‘me gustaría ver el contrato porque yo también tengo un montón de antojos de muchas cosas... y tal vez pedir un par de, como se llama, chineos, de cariñitos‘”, detalla el documento de la Fiscalía.
Según el Ministerio Público, para no dejar pistas, Federico Cruz le habría pedido a Bulgarelli depositar directamente el dinero como enganche a la dueña de la casa.
El delito de concusión, por el que se investiga a Chaves y Rodríguez, se castiga con de dos a ocho años de cárcel.
Este medio también intentó obtener una declaración del exasesor de Chaves, Federico Cruz. Sin embargo, hasta la publicación de este artículo, no se obtuvo respuesta.