
Según el medio estadounidense ABC News, el Gobierno de Costa Rica se declaró dispuesto a recibir a Kilmar Abrego García, el salvadoreño deportado erróneamente por Estados Unidos en marzo y quien se convirtió en el epicentro de una polémica sobre las políticas migratorias de Donald Trump.
Costa Rica lo aceptaría “al concluir cualquier sentencia penal que pueda cumplir” en el país norteamericano, agregó ABC News. El medio dijo tener una carta que el ministro de Seguridad, Mario Zamora, envió a la Embajada de EE. UU. en San José.
En la misiva, Zamora expresó que el gobierno “tiene la intención de proporcionar el estatus de refugiado o residencia al señor Abrego García tras su traslado a Costa Rica”.
“El Gobierno de Costa Rica saluda atentamente a la Embajada de los Estados Unidos de América en San José y desea expresar su disposición a aceptar el traslado de Estados Unidos a Costa Rica del señor Kilmar Armando Abrego García una vez que concluya cualquier condena penal que cumpla en los Estados Unidos de América”, consignó Zamora en la nota enviada, según ABC News.
La Nación consultó a Zamora sobre la información publicada por este medio estadounidense. En un mensaje de WhatsApp, solo dijo: “No emitiremos, de momento, comentario alguno a ese respecto”.
Zamora detalló en la nota, de acuerdo con el medio estadounidense, que el Gobierno de Costa Rica se compromete a no expulsar a Abrego García a un tercer país, incluyendo a El Salvador.
“El gobierno de Costa Rica asegura al gobierno de los Estados Unidos que tiene la intención de que el señor Ábrego García no sea sometido a tortura ni persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular o por sus opiniones políticas”, consignó el ministro en la carta.
Abrego García quedó en libertad este viernes
Abrego García, de 30 años, fue devuelto a Estados Unidos desde El Salvador, en junio pasado. Estaba recluido en una cárcel de Tennessee a la espera de un juicio en su contra por un supuesto delito de tráfico de migrantes irregulares. Él niega esos cargos.
Este viernes, quedó en libertad, según informaron sus abogados en un comunicado de prensa.
Él había sido deportado en marzo pasado, pese a una orden judicial, emitida en el 2019, que lo prohibía porque se arriesgaba a represalias por parte de la maras.
Tras su envío a El Salvador, organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes presentaron su caso ante los tribunales, y un representante del Departamento de Justicia reconoció que se cometió un error. Posteriormente, un juez ordenó al gobierno estadounidense traerlo de regreso, lo cual ocurrió en junio.
Si bien su libertad fue anunciada este viernes, esta se había retrasado por pedido de sus abogados, quienes temían que, una vez que saliera a la calle, fuera arrestado por los agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos), la agencia responsable de hacer cumplir las leyes fronterizas, para ser deportado a otro país que no fuera El Salvador, informó el diario El País de España.
Por esa razón, una tercera jueza ordenó al gobierno de Trump darle tres días de aviso si planea deportarlo, para que tenga la oportunidad de apelar la decisión.