Washington. La democracia encara “nuevas amenazas”, afirmó este viernes el presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde defendió el multilateralismo.
Cuando Chile conmemora los 50 años del golpe de Estado de Augusto Pinochet que derrocó al presidente Salvador Allende, Boric afirmó que “mirar al pasado no es un ejercicio estéril” porque permite extraer “aprendizajes”.
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Si las heridas no sanan “se infectan y generan más división y sabemos que la única manera de alcanzar la reconciliación” tiene que ver “con la verdad y con la justicia respecto a los hechos históricos, no con la imposición de una verdad histórica”, explicó en una sala concurrida.
“La democracia hoy día tiene nuevas amenazas”, advirtió.
“Los problemas de la democracia deben solucionarse con más democracia y nunca con menos” pero “tiene que cumplir” con todos, también con aquellos a los que les falta el pan, no tienen una pensión digna o viven en zonas desérticas ricas en litio pero sin luz las 24 horas, sostuvo.

‘Nicaragua duele’
Sostuvo que los peligros acechan y si la democracia no cumple con las necesidades de la “gente común y corriente” puede haber “quienes estén dispuestos a renunciar a los derechos que ganaron, incluso por mecanismos democráticos o perder parte de ellos”.
Abogó por respetar a “quien piensa distinto” sin que eso impida alzar la voz porque “los derechos humanos deben ser respetados en todo tiempo y en todo lugar sin importar el color político del gobierno que los esté vulnerando”.
“Por eso nos duele tanto Nicaragua”, que dejará de formar parte oficialmente de la OEA en noviembre después de que el mandatario Daniel Ortega pidiera su salida, en protesta contra la negativa del organismo a reconocer las elecciones del 2021, en las que salió reelegido con sus rivales en la cárcel o en el exilio.
Su retirada no le impedirá tener que cumplir con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y acatar las decisiones de la Comisión y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, afirmó el presidente chileno.
En un discurso en el que intercaló alguna frase en inglés, Boric defendió los derechos de las mujeres y la ecología, cuando su país, junto con Colombia, solicitó a la Corte Interamericana que emita una opinión consultiva sobre las obligaciones de los Estados ante la crisis climática.
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‘Democracia siempre’
Al igual que ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Boric afirmó “que cualquier solución a los problemas globales pasa necesariamente por un diálogo multilateral y no por sanciones unilaterales”.
Esta vez, al contrario que en Nueva York, no citó a Cuba ni Venezuela, dos países sometidos a sanciones de Estados Unidos.
En su primera intervención en la OEA, cuya principal puerta se llamará en adelante Salvador Allende en homenaje al expresidente, Boric llamó a todos los países a colaborar porque esto permite limar asperezas.
Él afirma que lo comprobó con Bolivia, país con el que Chile no tiene relaciones diplomáticas pero cooperó en temas fronterizos.
“No hace falta que estemos de acuerdo en todo. Sería imposible e incluso indeseable” pero “es necesario que trabajemos juntos por quienes representamos”, les dijo, “y que confluyamos en dos acuerdos fundamentales: democracia siempre y derechos humanos siempre”.