Chicago. Un juez de Chicago prohibió el viernes al presidente del sindicato policial de la ciudad hacer declaraciones públicas sobre la política del ayuntamiento sobre la covid-19, en un momento de demandas cruzadas por la obligatoriedad de la vacunación.
La disputa entre la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, y el presidente del sindicato de la policía local, John Catanzara, ha convertido la ciudad en el epicentro de un debate extremadamente polarizado sobre las vacunas y si autoridades públicas tienen derecho a imponerlas. La alcaldesa demandó al sindicalista y un juez de la ciudad prohibió durante 10 días a Catanzara hacer declaraciones que animen a los miembros del cuerpo a no informar sobre su estado de vacunación.
Al igual que todos los empleados de la ciudad, los policías de Chicago tenían la obligación de informar sobre su estado de vacunación en un portal en línea antes de la medianoche del viernes. Los que no estén vacunados serán sometidos a pruebas dos veces por semana. Aquellos que se nieguen a dar información sobre su estado tienen unos días de gracia para explicarse, pero se enfrentan a periodo de baja no remunerada e incluso el despido.
Sin embargo, en dos vídeos publicados esta semana, Catanzara instó a los agentes de policía a ignorar la orden, aun a riesgo de perder el sueldo. Además, este viernes, el sindicato de la policía presentó su propia demanda contra la alcaldesa y el superintendente de la policía de Chicago, David Brown, quien pretende forzar un arbitraje sobre el asunto.
Lightfoot respondió: "No puedo y no me quedaré de brazos cruzados mientras la retórica de los teóricos de la conspiración amenaza la salud y la seguridad de los residentes de Chicago".
La jerarca también acusó a Catanzara de “fomentar un paro laboral o una huelga”. Tanto la ley estatal como el contrato sindical prohíben a la policía de Chicago hacer huelga.
El sindicato respondió con un tuit el viernes: "El presidente John Catanzara nunca ha participado, apoyado o alentado un paro laboral".
En un principio, Lightfoot aprobó que todos los empleados municipales tenían que vacunarse obligatoriamente, pero después suavizó la medida al permitir a los no vacunados hacerse dos test de covid-19 semanales hasta final de año.
Según la página Officer Down, 228 policías en Estado Unidos han muerto por covid-19 en lo que va del año, lo que la convierte en la principal causa de muerte en acto de servicio entre las 356 víctimas mortales registradas.
El enfrentamiento de Chicago se produce en un momento en que la ciudad vuelve a estar a la cabeza de Estados Unidos en cuanto a asesinatos, con 639 homicidios este año hasta el 13 de octubre, un 55% más que hace dos años. Los tiroteos también han aumentado un 68% en ese periodo y la cantidad de robos de coches están en cifras récord, por lo que la amenaza de perder gran parte de la fuerza policial, aunque sea temporalmente, ha provocado una profunda sensación de malestar.
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, declaró a una estación de radio que se plantea la opción de llamar a la Guardia Nacional.
“Hemos ofrecido todos los recursos, todos los recursos de seguridad pública de que dispone el estado para ofrecer a la ciudad de Chicago, así que si la ciudad nos llama, responderemos”, dijo Pritzker.