
Quito
El Gobierno de Colombia y el ELN, última guerrilla activa de ese país, se encaminaron el viernes hacia un cese al fuego bilateral en los diálogos de paz en Quito, en los que los rebeldes se mostraron por primera vez abiertos a abandonar los secuestros.

"Comenzamos ya la discusión de un cese del fuego, que además de detener las operaciones ofensivas entre las partes lleve una ayuda humanitaria hacia la población", dijo el jefe negociador del ELN , Pablo Beltrán, al concluir el segundo ciclo de conversaciones con miras a poner fin a medio siglo de conflicto armado en Colombia.
Desde el inicio de las pláticas públicas en febrero, el ELN ha planteado detener las hostilidades, pero el presidente Juan Manuel Santos lo condiciona a que el grupo insurgente abandone los secuestros, atentados a infraestructuras energéticas y petroleras, extorsiones, entre otras acciones.
Una mesa especializada "prestará especial atención a estudiar si las condiciones están dadas para avanzar hacia un cese al fuego bilateral acompañado de un cese de hostilidades", expresó la delegación del Gobierno en un comunicado.
El objetivo es "crear confianza entre las partes", agregó.
Al ser consultado en una entrevista en Caracol Radio sobre si el acuerdo implicaría "dejar de secuestrar" y parar los ataques a "infraestructuras petroleras y energéticas", Beltrán respondió: "Es correcto".
"Acompañando ese cese al fuego, se va hacer un alivio humanitario que precisamente es rebajar la intensidad del conflicto en lo que afecta a la población civil. Esa es la definición de cese que se está buscando acordar", dijo Beltrán. "Lo que falta es precisar los términos de cómo se dé", añadió.
Por ahora, las conversaciones se desarrollan en medio de enfrentamientos armados en Colombia.
El Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN , guevarista), con unos 1.500 combatientes, realizarán una tercera ronda diálogos en Quito a partir del 24 de julio.
El líder rebelde y el jefe negociador gubernamental, Juan Camilo Restrepo, se reunieron el viernes con la canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, con ocasión del término de la segunda fase de los diálogos.
Asunto prioritario. Tras la reunión, Beltrán indicó que "dada la importancia de las tareas" para el cese al fuego, desde el 10 de julio trabajarán varias comisiones.
Agregó que "aspiramos a que este cese lo tengamos operando días antes de que llegue Su Santidad (el papa Francisco) a Colombia" en setiembre, en el marco de las negociaciones que se desarrollan con Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela como garantes.
Como parte de ese acuerdo, el ELN planteará acciones para frenar "la matanza de líderes sociales" en los territorios donde ya no operan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal y más antigua guerrilla del continente y cuyo histórico desarme concluyó el martes.
"Si los grupos paramilitares en muchas regiones pasaron de ser grupos de 10 a grupos de 100 y se pasean de arriba a abajo, las comunidades denuncian eso, pero los oficiales militares y policiales no dicen nada (...), pues hay que llamarlos a cuentas", declaró Beltrán a Caracol Radio.
Nacioens Unidas sostiene que 127 activistas fueron asesinados en Colombia durante el 2016, la mayoría en territorios donde las FARC habían tenido presencia histórica, y responsabiliza de los crímenes a disidentes de esa guerrilla, posparamilitares, criminales comunes e incluso al ELN .
"Esperamos que en los días venideros este proceso vaya tomando dinamismo y podamos enrumbarnos" hacia un pacto con el ELN "en términos honorables, dignos y democráticos", manifestó Restrepo.
Santos, premio Nobel de la Paz 2016, busca la "paz completa" en su país tras sellar en noviembre un histórico pacto con las FARC.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.