El diario digital salvadoreño El Faro anunció el traslado de su operación administrativa y legal a Costa Rica debido “al desmantelamiento de la democracia” en su país y a los múltiples atropellos que, según denunció el medio, ha sufrido durante el gobierno de Nayib Bukele.
Mediante un comunicado de prensa difundido este jueves, la publicación aseveró que durante la administración Bukele tanto el periódico como sus empleados han sido objeto de campañas de deslegitimación y difamación originadas en Casa Presidencial.
“Hemos enfrentado seguimientos físicos y amenazas; espionaje con Pegasus (software utilizado para intervenir conversaciones telefónicas); acoso a anunciantes y difamaciones de funcionarios y diputados del partido oficial.
“Pero, sobre todo, hemos enfrentado múltiples auditorías del Ministerio de Hacienda, con acusaciones fabricadas a las que seguimos respondiendo y apelando en todas las instancias administrativas y judiciales correspondientes, a pesar de saber que en El Salvador ya no hay división de poderes.
“El presidente incluso utilizó una cadena nacional de radio y televisión para falsamente acusarnos de lavado de dinero” aseveró El Faro.
Por otra parte, aclaró que su Redacción seguirá en El Salvador, pero que a partir del pasado 1.° de abril la empresa es administrada por la Fundación Periódica, en San José, Costa Rica, como culminación de un proceso emprendido hace meses ante la falta de condiciones para seguir operando en su sede original.
“El desmantelamiento de nuestra democracia, la falta de controles al ejercicio del poder de un pequeño grupo, los ataques a la libertad de prensa y el cierre de todo mecanismo de transparencia y rendición de cuentas en El Salvador amenazan seriamente el derecho ciudadano a estar informado, más allá de los cuantiosos recursos públicos destinados hoy a diseminar propaganda y noticias falsas”, denunció.
También indicó que se mudó a Costa Rica por ser un país en el que aún hay división de poderes, derecho a la legítima defensa y respeto al Estado de derecho. El periódico reiteró que el cambio de sede es para protegerse administrativamente, pero aclaró que El Salvador seguirá estando en el centro de su cobertura.
“Nuestro periodismo, pues, no se va a ningún lado. La mudanza es justamente para continuar haciéndolo de manera independiente y crítica, menos vulnerables a las arbitrariedades del régimen. Nos vamos para quedarnos”, manifestó.
