El Gobierno de la República envió a cinco funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) a capacitarse en Taiwán, y la situación parece abrir una nueva grieta en las relaciones de Costa Rica con China.
Las relaciones chino-costarricenses se han resquebrajado en los últimos meses, sobre todo desde el regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos. El republicano ha hecho una tácita, pero evidente exigencia de lealtad a gobiernos como el tico, en detrimento de otras potencias como Rusia o China.
¿Qué pasó puntualmente con los funcionarios de la DIS y qué representa para la política internacional costarricense? Repasemos.
LEA MÁS: Costa Rica envió a funcionarios de la DIS a Taiwán en medio de tensiones con China

Una nota previa: Taiwán es una isla que se ubica a unos 120 kilómetros del territorio continental de China, la cual funciona como Estado y tiene su propio gobierno democrático. Esto es así desde la Guerra Civil china de 1949, pues Taiwán fue el refugio de la República de China, cuando ese régimen fue desplazado por el Partido Comunista. No obstante, la independencia de Taiwán es objetada por la potencia asiática, que le considera una “provincia rebelde” y que insta al resto del mundo a hacerlo también.
¿Qué pasó con la DIS y Taiwán?
El Gobierno de Costa Rica envió a cinco funcionarios de la DIS a una capacitación en Taiwán.
La DIS es la policía que está bajo el mando exclusivo de la Presidencia de la República de Costa Rica y funciona principalmente como órgano informativo del mandatario de turno en materia de seguridad nacional.
Los funcionarios estuvieron 23 días en Taipéi y participaron en entrenamientos relacionados con el resguardo de la seguridad nacional, según confirmaron fuentes cercanas a La Nación el 13 de junio pasado.
Posteriormente, este 17 de junio, Presidencia confirmó a La Nación que todos los gastos del viaje corrieron por cuenta del Gobierno de Taiwán, incluidos los tiquetes, el hospedaje, la alimentación y el transporte. El Gobierno describió la capacitación como “parte de la cooperación técnica que recibe el país” del resto del mundo, pero no reveló más detalles sobre cuáles fueron sus alcances específicos.

¿Qué dice China?
El viaje de los funcionarios de la DIS a Taiwán disgustó a China, a tal punto de que la Embajada en San José publicó un comunicado de prensa sobre el asunto solo un día después de la primera publicación hecha por La Nación.
En ese documento, la Embajada dijo que “se opone firmemente a cualquier contacto oficial” entre Costa Rica y Taiwán, y le recordó al país que “la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses medulares de China”.
China también le recordó a Costa Rica que desde 2007 suscribió una declaración en la que “reconoce que en el mundo solo existe una China” y que “Taiwán forma parte inalienable” de su territorio.
¿Qué implica esto en las relaciones bilaterales Costa Rica - China?
Esta situación abrió una nueva grieta en las relaciones diplomáticas de Costa Rica con China.
Costa Rica rompió sus relaciones con Taiwán y las estableció con China desde 2007, en el segundo gobierno de Óscar Arias. Hasta entonces, el país había reconocido la independencia de Taiwán por décadas. Sin embargo, la actual administración del presidente Rodrigo Chaves ha tomado decisiones que han disgustado a la potencia asiática.
China, por ejemplo, ha reprochado públicamente la decisión del gobierno de Chaves de excluir a empresas como Huawei de los concursos para desplegar redes 5G en Costa Rica.
El gobierno indicó en su decreto 44196-MSP-MICITT (publicado en agosto de 2023) que solo se podrían adquirir equipos o programas para servicios de 5G de empresas que provengan de países que hayan ratificado el Convenio sobre la Ciberdelincuencia de Budapest; un criterio que excluyó a las compañías del país asiático.
China entonces reclamó “un trato justo, equitativo y no discriminatorio”. Sin embargo, el gobierno de Chaves no modificó su postura.
Más allá de Costa Rica y China
Las tensiones recientes de Costa Rica con China, sin embargo, no tendrían sentido si no se enmarcan dentro de un contexto mucho más amplio: las tensiones más recientes entre Estados Unidos y China, las cuales se han exacerbado desde la elección de Donald Trump como presidente de la potencia norteamericana.
Trump considera a China como un rival en su disputa por el liderazgo geopolítico mundial, y su administración ha enviado señales tácitas pero evidentes a sus socios políticos y comerciales como Costa Rica de que deben de elegir un bando.
El secretario de Estado del gobierno de Trump, Marco Rubio, incluso lo insinuó el 4 de febrero pasado, durante una visita exprés a Costa Rica. En conferencia de prensa, luego de reunirse con el presidente Chaves, aseguró que la administración Trump seguiría una política internacional de países “amigos” y “enemigos”, en la que “sería mejor ser amigo que enemigo”.
Poco antes de dar esas declaraciones, Rubio había felicitado a Costa Rica por sus políticas en materia de 5G y por “ser muy firme” al impedir que compañías amenacen su seguridad nacional.
Decisión aparente
En medio de ese contexto es que el gobierno del presidente Rodrigo Chaves parece haber optado por fortalecer su conexión con Estados Unidos y marcar cierta distancia con China.
El gobierno aceptó que Estados Unidos le quitara sus visas a varias figuras políticas del país; lo cual ocurrió después de que Marco Rubio dijo en Costa Rica que Estados Unidos colaboraría con el gobierno local para castigar a costarricenses que, en su criterio, amenazaran la seguridad del país.
Entre las personas que perdieron su visa desde entonces estuvo el expresidente Óscar Arias, quien ha sido crítico de Donald Trump y quien también impulsó el establecimiento de las relaciones diplomáticas de Costa Rica con China hace menos de 20 años.
Pero también estuvieron diputados y una funcionaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) que cuestionaron la exclusión de empresas chinas en el despliegue de la tecnología 5G, o que sostuvieron encuentros con representantes de empresas como Huawei.
Ante esa situación, la embajadora de China en Costa Rica, Wang Xiaoyao, sugirió que Estados Unidos podría estar usando las visas como un medio de presión política.
LEA MÁS: China advierte a Estados Unidos por su apoyo a Taiwán: ‘No debe jugar con fuego’
¿Qué representa cada parte para Costa Rica?
La aparente decisión de tomar distancia de China podría tener una lógica numérica de fondo. A pesar de Estados Unidos y China tienen un gran peso en la economía global, los norteamericanos tienen mucha más influencia política y económica sobre Costa Rica.
Estados Unidos no solo está geográficamente más cerca de Centroamérica, lo cual hace que comparta intereses en temas cruciales como la seguridad regional; sino que también es el que tiene una relación más sólida en materia comercial.
Mientras que Estados Unidos es el país del que provienen un 36% de las importaciones de bienes costarricenses y es el destino de un 47% de las exportaciones; China es el origen de solo un 17% de las importaciones y el destino de apenas un 1,9% de las exportaciones.
La relación de Costa Rica con Estados Unidos, además, fue superavitaria en 2024 (el país exportó $668,3 millones más de los que importó); mientras que con China fue deficitaria (en $3.667,6 millones).
Y el dominio de Estados Unidos es todavía más evidente en materia de Inversión Extranjera Directiva (IED). La Promotora de Comercio Exterior (Procomer) contabilizó ingresos de IED por $4.321,6 millones en 2024 y, de los 61 proyectos de inversión registrados por la entidad en ese período, solo 22 no fueron de origen estadounidense.
A todo esto se tiene que sumar que Estados Unidos también es el principal socio comercial de Costa Rica en materias como turismo y otros servicios; al tiempo que es una de las principales fuentes de cooperación internacional.
Y entonces, ¿qué implica la visita de la DIS a Taiwán?
Para el experto en relaciones internacionales y director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, Carlos Murillo, una invitación como la recibida por los funcionarios de la DIS a Taiwán “no se produce de un día para otro” y tuvo que haber estado precedida de contactos con misiones taiwanesas en la región.
Sin embargo, señaló que es difícil adivinar cuál será su alcance.
“Puede no pasar más allá de una nota diplomática de protesta o ir un paso más allá”, señaló, y agregó que todo dependerá de la postura que asuma China.
Más allá de eso, Murillo considera que el asunto es un antecedente que se debe anotar y que tiene dos caras. Por el lado de Taiwán, podría ser un intento de influir en Costa Rica, “vistas las diferencias entre el gobierno de Chaves y China”. Por el lado de Costa Rica, podría ser “un intento de provocar tensiones con China”, mediado o no directamente por Estados Unidos.