Pekín asegura que si alguien se atreve a separar a Taiwán de China, el ejército chino no dudará en iniciar una guerra sea cual sea el costo
Pekín considera esta isla de 24 millones de habitantes como una de sus provincias, en la cual se refugiaron en 1949 las tropas nacionalistas derrotadas en el continente por las fuerzas comunistas de Mao Tse-tung.
Inicio de las discusiones comerciales entre Washington y Taipéi provocaron el descontento de las autoridades chinas, que consideran a Taiwán como una de sus provincias, a pesar de que no controlan ese territorio.
Washington y Taipéi habían indicado la semana pasada su decisión de reforzar las relaciones comerciales, que amenazan con provocar una fuerte reacción del gobierno chino.
Desde prometer defender militarmente a Taiwán hasta sugerir un cambio de régimen en Rusia, el presidente de Estados Unidos desarrolló una habilidad para hacer declaraciones sobre la marcha que sacudieron la diplomacia.
Estados Unidos y aliados suyos, como Japón, contestaron fuertemente la invasión rusa de Ucrania y advirtieron a otros países, como China, de que no deberían llevar a cabo ninguna acción militar unilateral.
Las autoridades estadounidenses califican a Japón y Corea del Sur como ejes de la ofensiva de Washington contra el creciente poderío comercial y militar de China
La Isla vive bajo la amenaza de una invasión de China, que en reiteradas ocasiones proclamó su intención de recuperar su soberanía, incluso por la fuerza.
El departamento estadounidense de Defensa añadió que Taiwán usará el entrenamiento propuesto y el equipo como un ‘disuasorio ante las amenazas regionales y para fortalecer la defensa nacional’
Nunca, desde 1991, se habían conjuntado tantos riesgos geopolíticos