En Costa Rica, en promedio solo algunas pocas familias tienen capacidad de ahorrar una vez que realizan los gastos de consumo del hogar.
Según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), solo el 20% de los hogares con mayores ingresos tienen una tasa positiva de ahorro del 24,9% anual.
En palabras sencillas: “por cada ¢100 de ingreso disponible, los hogares del quinto quintil gastan aproximadamente ¢75 y logran reservar cerca de ¢25”, explicó a La Nación Mariam Alfaro, del Departamento de Integración y Análisis de Datos del Banco Central.
En contraste, para la mayoría de las familias del primer al cuarto quintil, o sea el 80%, los gastos por consumo son superiores a sus ingresos, con lo cual, en promedio, no disponen de excedentes para ahorro.
Dichas familias registraron tasas de ahorro de entre -5,4% (cuarto quintil) y -30% (primer quintil). En términos prácticos, lo anterior significa que, como conjunto, estos grupos no tienen capacidad de ahorro.
Para satisfacer sus necesidades de consumo, estos núcleos deben recurrir a endeudamiento, vender activos o desacumular ahorro previo para mantener su consumo.
El promedio nacional de la tasa de ahorro fue de 5,3%, según datos al 2022.
Así lo revelan las cuentas nacionales distributivas de los hogares publicadas por el BCCR a finales de noviembre, con datos al 2022, que calculan la tasa de ahorro de los hogares de Costa Rica por quintiles.
El ente emisor define el ahorro como el dinero que no se destinó al gasto de consumo, según explicó Alfaro.
“Cuando decimos que calculamos la tasa de ahorro, lo que estamos haciendo es: ingreso disponible menos el gasto de consumo en los hogares, entre el ingreso disponible”, precisó la funcionaria.
El BCCR publicó los datos de cuentas e indicadores nacionales de referencia al año 2022 a finales de noviembre pasado, como parte la implementación de una serie de recomendaciones del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) 2025.
El SCN es un marco estadístico internacional que proporciona directrices para la compilación de cuentas nacionales, lo que permite la coherencia y la comparabilidad entre países.
Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2024, el promedio del ingreso corriente bruto mensual de los hogares del quinto quintil en Costa Rica asciende a ¢2.675.743.
Mientras, para el primer quintil el promedio de ingresos corrientes brutos mensual es de ¢321.351 y para el cuarto quintil es de ¢1.255.279.
Alfaro precisó que, en comportamiento agregado, no implica que todos los hogares dentro de los primeros cuatro quintiles carezcan de ahorro, pues sí hay familias cuyos gastos no superan su ingreso disponible, y por ende, podrían reservar dinero.
¿Por qué solo un grupo logra ahorrar?
Daniel Ortiz, director ejecutivo de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), señaló que buena parte del gasto de los primeros cuatro quintiles se destina a necesidades esenciales, como alimentación, vivienda, transporte y servicios.
“En un entorno donde el ingreso crece poco, el costo de vida ha aumentado y la participación laboral se ha reducido, eso deja que la mayoría de los hogares no tenga capacidad para generar, llamémosle, excedentes mensuales que puedan ahorrar”, manifestó Ortiz.
Mientras tanto, Roxana Morales, coordinadora del Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), recordó que el quintil más alto es el único que mantiene tasas positivas de ahorro de manera sostenida.
“En 2022 lograron ahorrar el 24,89% de su ingreso disponible ajustado, proporción similar a la observada en 2012 (23,65%) e inferior a la de 2017 (31,32%)”, indicó.
Mientras que el resto de los quintiles reporta ingresos que no alcanzan para cubrir los gastos de consumo.
Los hogares con menores ingresos concentran el gasto en alimentación y vivienda, que en conjunto suman casi el 50% del presupuesto de estos hogares. Por su parte, los hogares con mayores ingresos distribuyen su consumo asignando más recursos a otros bienes y servicios que no son de primera necesidad, como en transporte (donde el rubro más importante se relaciona con la compra de vehículos) o en restaurantes y servicios de alojamiento, ambos vinculados a esparcimiento.
— Enigh 2024
Morales añadió que, en los quintiles bajos y medios, el consumo esencial absorbe prácticamente todo el ingreso disponible, lo que impide la acumulación financiera.
En contraste, los hogares del quinto quintil poseen ingresos “muy superiores” a sus necesidades de consumo y una composición más favorable, por la alta participación de las rentas de la propiedad, lo cual les permite sostener “tasas elevadas” de ahorro.
“Los hogares que dependen fundamentalmente del trabajo enfrentan márgenes muy limitados para generar ahorro, a diferencia de quienes cuentan con activos financieros o patrimoniales”, señaló la coordinadora del Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la UNA.
Mariam Alfaro, del Departamento de Integración y Análisis de Datos del Central, también destacó que los hogares del quinto quintil tienen menor presión del gasto básico. El peso relativo de alimentos, transporte, vivienda y otros bienes esenciales es menor respecto a su ingreso, comparado con los primeros cuatro quintiles.
Además, cuentan con mayor acceso a servicios financieros, lo que les facilita planificar, invertir y acumular activos.
“Cuando solo el quintil más alto tiene tasas de ahorro positivas y el resto presenta tasas negativas, eso indica que el país tiene baja capacidad de ahorro en términos agregados”, afirmó el director ejecutivo de Cefsa.
Ahorros en el sistema financiero
Aunque no todo el excedente generado por los hogares se canaliza hacia el sistema financiero, la funcionaria del Departamento de Integración y Análisis de Datos del BCCR comentó que una proporción “muy alta” sí lo hace, a través de, por ejemplo, ahorros a la vista o a plazo.
Los datos del Banco Central muestran que, a octubre del 2025, el saldo de los depósitos de ahorro en el sistema financiero aumentó respecto al mismo mes del año anterior.
Los ahorros a la vista en colones crecieron 8,2% entre octubre del 2024 y octubre del 2025, al pasar de ¢4,83 billones a ¢5,22 billones (dato preliminar).
En tanto, en moneda extranjera, los depósitos subieron de $4.645,1 millones en octubre del 2024 a $4.863,1 millones en octubre del 2025 (dato preliminar), un incremento del 4,7%. Aun así, es la cifra más baja reportada en lo que va del 2025.
Por su parte, el saldo de los depósitos a plazo en colones en el sistema financiero subió 1,7% entre octubre del 2024 y el mismo mes del 2025, al pasar de ¢8,97 billones a ¢9,1 billones. Mientras que en moneda extranjera, el crecimiento interanual fue de 3,8%, debido a que se elevó de $8.155,9 millones a $8.465,1 millones.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) recordó a través de un comunicado de prensa emitido en octubre que el ahorro debe entenderse como una inversión en tranquilidad y libertad financiera, pues reduce la necesidad de endeudamiento y permite enfrentar mejor los retos económicos.
“Ahorrar es también una forma de ganar. Una persona que ahorra durante dos o tres años para comprar un bien, como un vehículo, requerirá menos crédito y pagará menos intereses. Esa diferencia representa un ahorro adicional y una mejora en su salud financiera”, comentó Daniela Gutiérrez, economista de la ABC.
