Entre los factores que explican la nueva tendencia en el flujo de inversión extranjera, a nivel global y hacia Costa Rica, predomina la reinversión de utilidades mediante procesos de nearshoring y friendshoring.
¿Pero qué significan estos términos? La traducción más cercana de nearshoring es reubicación o relocalización cercana. Se trata de una estrategia que busca responder a la pérdida de beneficios de la globalización —surgida en los años 90— que impulsó el crecimiento del comercio mundial mediante tratados de libre comercio y procesos logísticos integrados.
La emergencia provocada por la pandemia de la covid-19, la crisis de contenedores y los conflictos geopolíticos alteraron ese panorama y abrieron espacio al auge del nearshoring.
Jaime Morales, gerente de comercio exterior de la firma Grant Thornton, recordó que esta modalidad ganó terreno al notarse el deterioro del offshoring, que implicaba colocar las inversiones en territorios lejanos, principalmente Asia, con el objetivo de disminuir costos.
Fue a partir del 2010 cuando inició el proceso de relocalización a países más cercanos de las operaciones principales de las compañías, indicó Morales.
“El nearshoring es la tendencia a atraer las inversiones y el proceso productivo de las empresas estadounidenses hacia países más cercanos geográficamente", explicó Óscar Álvarez, especialista en comercio internacional y miembro de la Academia de Centroamérica.
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Por su parte, el friendshoring consiste en redirigir las cadenas de suministro hacia países considerados política y económicamente seguros, con el fin de evitar interrupciones en el flujo de negocios, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
El término fue acuñado por la exsecretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, durante una conferencia en el 2022.
Morales indicó que el friendshoring es un concepto basado en relaciones amigables entre los países y en las que se comparten ideologías políticas afines.
Álvarez señaló que Costa Rica resulta atractiva para ambas estrategias, ya que estas permiten a las empresas estadounidenses y sus cadenas de valor reducir la vulnerabilidad ante crisis globales.
No obstante, advirtió devque no todo representa una ganancia, pues los costos de producción y de mano de obra en los nuevos destinos suelen ser más elevados.
“Por ejemplo, sacar las inversiones estadounidenses de China y trasladarlas a México tiene ventajas (cercanía, ambiente más amigable), pero también costos mayores de producción y de mano de obra”, apuntó Álvarez.
Ambas tendencias buscan un equilibrio entre costos bajos, cadenas de valor cercanas y entornos económicos estables, con seguridad jurídica.
“Nos sirve que salgan inversiones de Asia y se vengan para Costa Rica. Pero hay que mantener y fortalecer un buen clima de inversiones y de negocios porque, de lo contrario, se van para México, Colombia, Panamá o República Dominicana, que son nuestros competidores”, destacó Álvarez.
El exjerarca del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), Marco Vinicio Ruíz, destacó que en Costa Rica, la reinversión de utilidades es realizada por empresas ya instaladas que exportan a Estados Unidos y que están vinculadas al nearshoring y friendshoring.
También subrayó que, gracias a los incentivos de la Ley de Zonas Francas, las empresas extranjeras disfrutan de ocho años de exoneración del impuesto sobre la renta, lo que les permite realizar reinversiones.
“Eso es lo que queremos, que sigan generando más empleos”, concluyó Ruíz.
