El tipo de cambio del dólar respecto al colón ha sido un tema constante durante los más de tres años de gestión de Róger Madrigal en la presidencia del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Madrigal asumió el máximo cargo en el emisor el 8 de mayo de 2022, cuando el precio del dólar superaba los ¢670 en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex). El 21 de junio de ese año, la divisa alcanzó un máximo histórico de ¢696,76.
Tres años después, la situación es muy distinta. Desde ese momento, el dólar inició una tendencia a la baja que incluso lo llevó a situarse ligeramente por debajo de los ¢500 en algunas sesiones de marzo de 2025, impulsado por una mayor abundancia de divisas en la economía.
En entrevista con La Nación, el 7 de agosto, Madrigal habló sobre el comportamiento de la divisa y enfatizó que su valor responde a las fuerzas del mercado. A continuación, un extracto de la entrevista.
― Algunos sectores afirman que el tipo de cambio está afectando la competitividad del país. El sector turismo, por ejemplo, achaca la baja en la visitación, entre otras cosas, a la apreciación del colón. ¿Cuál es su valoración?
― El tipo de cambio es un resultado de las fuerzas del mercado. Más bien, lo que queremos es intervenir lo menos posible para que sea un precio de equilibrio. La gente toma como una verdad que hay una apreciación del tipo de cambio. ¿Apreciación con respecto a qué?
“En el mundo tenemos otras monedas que se están apreciando. Entonces, dejamos que sean las fuerzas del mercado las que se manifiesten y que sea el precio que el mercado diga”.
― Cuando dice ‘queremos intervenir lo menos posible en el mercado’, ¿a qué se refiere?
― La Ley (Orgánica del Banco Central) habla de una causal de intervención del Banco, que es cuando hay fluctuaciones violentas en el tipo de cambio. La realidad económica ha hecho que esas fluctuaciones violentas no se hayan presentado en los últimos meses, ya casi que años.
“El Banco, en cumplimiento de las obligaciones que establece la ley, no ha tenido que intervenir. Lo que quiero decir es que, como no se han presentado esos movimientos, entonces el Banco no ha tenido que intervenir”.
― Nada más para precisar, usted menciona un precio de equilibrio. ¿Se refiere a un rango específico o a que no se mueva demasiado?
― Me refiero a que el Banco no interviene. Hay cantidades ofrecidas, cantidades demandadas y, como ocurre en cualquier mercado, surge el precio. A eso es lo que le llamo el equilibrio.
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“Hay varias formas de saber si hay un desequilibrio en el tipo de cambio. Uno de ellos tiene que ver con el déficit de cuenta corriente. Costa Rica tuvo esa experiencia en los años finales de los 70 e inicios de los 80, que había claramente un desalineamiento cambiario. El déficit de cuenta corriente fue tan gigantesco que se agotaron las reservas.
“Un mensaje que los compañeros han querido llevar con la investigación económica y demás es que, en Costa Rica, hay un movimiento a que el desequilibrio externo es cada vez más pequeño, el déficit de cuenta corriente es más pequeño y la inversión directa sigue llegando de manera creciente. Entonces, la cantidad de dólares que hay, el exceso de dólares, es mayor. Eso lleva a dos consecuencias.
“Ese exceso de dólares lleva, en buena medida, a una fuerza a la apreciación del colón y a que el Banco, si el mercado lo permite, acumule reservas. Entonces, vemos un efecto en la cantidad, con más reservas en el país, y un efecto en el precio, que es esa fuerza a la apreciación del colón”.
― Durante los meses recientes, el Banco Central ha estado ausente en compras propias de divisas. Esto significa una presión menos de demanda, pese a que siguen comprando para el sector público. ¿Cuáles son las razones?
― Hay una mayor demanda del sector público. Eso es, precisamente, hacer lo que el Banco Central ha dicho, que va a poner en el mercado la demanda del sector público no bancario.
“El Banco está haciendo lo que dijo que iba a hacer. El Banco es un agente del sector público, entonces estamos haciendo lo que está anunciado. No hay ninguna sorpresa”.
― Entonces, esa mayor demanda del sector público ha generado que no se alimenten más las reservas...
― El mercado tiene sus límites. Eso está en la política del Banco, que dice que, siempre que el mercado lo provea, el Banco Central, de acuerdo con las condiciones del mercado, podrá incrementar el blindaje.
“Lo que hemos visto es que el sector público es la mayor demanda y entonces lo que ha quedado es relativamente poco”.
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― ¿El BCCR se siente cómodo con ese blindaje financiero de las reservas?
― Sí, se siente cómodo. Recuerden que recientemente el Banco incrementó en $1.500 millones el blindaje con la facilidad flexible de crédito del Fondo Monetario.
“Esa es otra nota que se les puede hacer muy interesante a ustedes: buscar a quiénes le hacen (ese crédito), cuáles son las características. No se lo dan a cualquiera. Y es muy curioso, no han informado de eso”.
― ¿El Banco Central podría ser un poco más agresivo, quizá entrando a participar en el mercado, no solamente para comprar dólares para los requerimientos del sector público?
― Es que la agresividad la define el mercado. Si hay un sobrante de divisas y tenemos disponibilidad, podemos comprarlo. Lo que no tendría sentido es que, no habiendo disponibilidad, queramos comprarlo. ¿Cuál es la racionalidad de eso?
― ¿Considera que existe una preferencia en las acciones del BCCR a nivel de intervención por un tipo de cambio bajo?
― No, la preferencia es por un tipo de cambio que determinen las fuerzas del mercado.
― De momento, por ley no se permite, pero ¿cómo valora el hecho de que el sector público entre a jugar como participante del mercado cambiario?
― Es un cambio en la ley. Eso va a depender de los mecanismos de toma de decisiones del país, de la Asamblea Legislativa. Si la gente del Banco ha aprendido cómo funcionan los mercados cambiarios, el sector público puede adquirir también esas capacidades.
― ¿Esto haría el mercado más saludable?
― No le veo mayor (impacto) en las actuales circunstancias. El Banco Central es el agente del sector público; lo que hace es, por decir, el mandado, nada más.
“El neto de la demanda es el mismo, sea que lo haga el Banco Central o que lo haga cada entidad por aparte, porque al final el mercado consolida todo eso. Podría haber un periodo de aprendizaje, mientras los operadores aprenden, en el que ocurran accidentes”.
― Pero si las entidades fueran por su cuenta, tendrían la libertad de intervenir cuando quieran. El Banco sí se maneja un poco en ese sentido...
― No creo que sea tan así, porque en la administración pública toda decisión, toda acción, tiene que ser justificada. Yo no me imagino a un ente público tratando de tomar posiciones independientes de sus requerimientos en el mercado de divisas.
― ¿Cuáles factores que han propiciado esta relativa estabilidad en el tipo de cambio en este 2025?
― Básicamente, a que tenemos un mercado superavitario. Tenemos un superávit en el mercado cambiario que ha permitido una relativa estabilidad en el tipo de cambio.
― ¿La oferta de dólares para el pago de salarios, principalmente en zonas francas, sigue alta?
― Sigue alta. Si usted ve las cifras en Monex, muchos de los bancos que liquidan tienen lo que llaman servicios de banca corporativa, que en buena parte son para las empresas de zona franca.