La tasa de política monetaria (TPM), principal referencia para el sistema financiero en colones, se redujo en 525 puntos base (p. b.) en poco más de dos años, al pasar de un máximo de 9% a 3,75% en la actualidad.
Los movimientos de la TPM influyen en las demás tasas en moneda nacional, tanto de ahorro como de crédito. En este contexto, revisamos el comportamiento de dos de las principales referencias para los préstamos en colones: la tasa básica pasiva (TBP) y la tasa de referencia interbancaria (TRI) a seis meses.
¿Qué pasa con la Tasa Básica Pasiva?
La TBP mantuvo una tendencia alcista entre mediados de 2022 y mayo de 2023, en línea con los aumentos de la TPM para contener la inflación de ese periodo. Sin embargo, nunca subió con la misma magnitud que la política monetaria, debido a que alcanzó un máximo de 6,73%, frente al 9% de la TPM.
Posteriormente, la tasa básica comenzó a reducirse de forma gradual y, desde finales de 2024, se ha mantenido cercana a la TPM, mostrando estabilidad tras una serie meses de bajas.
Actualmente, la TBP se ubica en 3,84% (hasta el 27 de agosto), levemente por encima del 3,75% de la TPM vigente desde el 17 de julio. Las bajas, al igual que las subidas, no han sido en la misma magnitud.
Pablo Villamichel, gerente de Tesorería y análisis de información financiera de Davivienda, manifestó que la TBP es un promedio ponderado que incorpora fondos de costo bajo y estable, como las cuentas corrientes y de ahorro, lo que la hace menos volátil y más lenta en reaccionar a los cambios de la TPM, tanto cuando suben las tasas como cuando bajan.
En la misma línea, Johnny Monge, director financiero del Banco Popular, destacó que la TBP muestra mayor estabilidad en los últimos meses tras un período de fluctuaciones, gracias a los ajustes graduales y moderados de la TPM.
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“Esa dinámica favorece que las tasas del sistema financiero, como la TBP, se estabilicen también. Bajo este contexto, es probable que la TBP se mantenga cerca de sus niveles actuales”, comentó Monge.
Rodrigo Cubero, asesor de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), recordó que las tasas activas han fluctuado menos que la TPM, por lo que tampoco es de esperarse que bajen al mismo ritmo ni con la misma magnitud.

¿Bajará más la tasa básica?
José Antonio Vásquez, director corporativo de Finanzas del Banco Nacional, consideró que la TBP tiene poco margen para seguir bajando, ya que las tasas de mercado que la definen están en niveles muy bajos para las condiciones actuales de liquidez y economía.
Villamichel, en cambio, estimó que todavía existe algún margen para reducciones si el Banco Central de Costa Rica (BCCR) decide aplicar más recortes en la TPM, lo que se reflejaría gradualmente en tasas de interés más bajas.
Por su parte, el Banco de Costa Rica (BCR) señaló que la TBP siempre responde, en mayor o menor medida, a las decisiones de política monetaria en términos de direccionalidad. En ese sentido, afirmaron que la posibilidad de que la TBP disminuya todavía existe, más si la TPM continúa bajando.
No obstante, el BCR enfatizó en que resulta clave observar en qué medida estas bajas se trasladan a las dinámicas del mercado, considerando factores como la competencia y la composición de los depósitos.
Por su parte, Monge añadió que incluso presentándose reducciones adicionales en la TPM, sus efectos sobre la tasa básica serían más limitados, pues los depósitos en los plazos más largos ya internalizaron gran parte de los ajustes previos del Banco Central.
¿Qué pasa con la TRI?
La TRI en colones a seis meses, una de las tasas más utilizadas por las entidades, replicó casi de forma idéntica la trayectoria de la TPM en la etapa alcista, incluso superándola en enero de 2023, cuando rozó el 10%.
Posteriormente, acompañó las reducciones de política monetaria, pero desde setiembre del año pasado se estabilizó cerca del 4,80%. Actualmente, se ubica en 4,84%, frente al 4,87% de la semana previa, mientras que la TPM está en 3,75%. En este mismo lapso, la TPM se redujo en tres ocasiones, desde el 4,75%.
Villamichel manifestó que la TRI es una tasa de mercado que refleja las condiciones de liquidez y las expectativas de la TPM y que no subió en la misma proporción que la TPM porque partía de un nivel más alto antes del ciclo alcista de 2022.
“La TRI a seis meses estaba cerca de 150 puntos base por encima de la TPM. En la actualidad, cuando las tasas de interés se normalizaron, la TRI a seis meses se encuentra cerca de 110 puntos por encima de la TPM. Con esto más bien se concluye que la TRI a seis meses tuvo un ajuste mayor a los cambios de la TPM”, añadió Villamichel.
El BCR recalcó que, al alza, la tasa TRI suele reaccionar con mayor rapidez debido a la percepción de riesgo de los mercados, lo que explica su comportamiento tan similar a la TPM en periodo de aumento de tasas.
Mientras que a la baja lo hace de manera más lenta, debido a que intervienen factores como la liquidez de las instituciones, la competencia por recursos y expectativas de los agentes.
Monge complementó que la tasa TRI refleja el costo promedio al que los bancos captan recursos a seis meses. Con la baja de la TPM, dijo, la curva de tasas comienza a recuperar su pendiente natural, con tasas más altas a plazos más largos.
“La TRI a seis meses se ha mantenido estable, en torno al 4,80%, porque refleja justo esa expectativa de mayor rendimiento para los depósitos a mayor plazo. Por eso no ha bajado en la misma proporción que la TPM”, manifestó.
La tasa TRI a seis meses sirve como base para definir la tasa de interés que se aplica en determinados préstamos. Si bien se calcula a diferentes plazos, este es uno de los más utilizados por las entidades.