
Dos bancos privados adquirieron una porción de la cartera de crédito de la Financiera Desyfin, entidad cuyo proceso de resolución culmina este 9 de octubre, previo a su liquidación en el Juzgado Concursal.
El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) ya pidió la quiebra de Desyfin tras detectar un déficit patrimonial de ¢13.831 millones, por lo que la entidad residual entrará en proceso concursal una vez concluida la resolución.
Antes de esta nueva etapa, el Conassif aprobó las ofertas de Banco Improsa y Cathay para adquirir cartera de la Financiera, en las sesiones número 1968-2025 y 1971-2025, celebradas el 8 y 22 de setiembre, respectivamente.
El Banco Improsa realizó la transacción más significativa, ya que adquirió una cartera crediticia valorada en $9,12 millones, con un descuento del 12,28%, es decir, pagó poco más de $8 millones.
Según el acuerdo publicado en el diario oficial La Gaceta, la oferta que presentó el Banco Improsa al Consejo se centró en 96 operaciones de la cartera de crédito de la Financiera Desyfin.
El 97,76% de la cartera, equivalente a $8,92 millones, es hipotecaria. Corresponde a inmuebles otorgados en garantía por las empresas o personas físicas con una actividad empresarial, en su mayoría no residenciales. Mientras, el restante 2,24%, que representa $204.015, es fiduciario.
Al 27 de junio pasado, el 60,11% del saldo tenía categoría de riesgo 1, es decir, operaciones al día en el pago. El 18,84% estaba en nivel 2 (atrasos hasta 30 días) y el resto entre el 3 y el 5, o sea con retrasos de entre 60 y 120 días, según la metodología dictada en el Reglamento sobre cálculo de estimaciones crediticias.
Las operaciones mantenían estimaciones por un monto de $247.925.
El Banco Improsa explicó a La Nación que, en su mayoría, son operaciones vinculadas a actividades económicas como servicios, comercio y construcción, con saldo promedio por operación de $100.000 y en diferentes rangos de morosidad.
“Era de nuestro conocimiento que Financiera Desyfin daba financiamientos a pequeñas y medianas empresas y Banco Improsa se ha destacado por apoyar a ese tipo de empresas, por lo cual, se procedió a revisar la totalidad de la cartera y se hizo una elección tomando en cuenta nuestra experiencia en este segmento”, señaló la bancararia.
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La Administración de Resolución de Financiera Desyfin recomendó aceptar la oferta de la entidad, aunque los cálculos internos asignaban un valor mayor a los créditos, pues de lo contrario las operaciones podrían deteriorarse al trasladarse al proceso concursal.
“La oferta de Banco Improsa es muy razonable en contraste de si no se acepta, dado que ello implicaría que la cartera crediticia ofertada por ese Banco tenga que trasladarse al proceso concursal para su recuperación final, lo que conllevará varios años y costos que perjudicarían inevitablemente a los acreedores”, se lee en el acuerdo.
Improsa indicó que el descuento obedece a la pérdida esperada en la recuperación de los créditos, según distintos rangos de morosidad, la calidad de las garantías y los plazos otorgados. La rebaja del 12,28% es un cálculo ponderado de todas las operaciones.
Según la entidad bancaria, la cartera adquirida representa menos del 2% de su portafolio de crédito; no obstante, la consideran una “oportunidad de crecimiento y vinculación” con 70 clientes nuevos.
Otras ventas
Por su parte, el Conassif también aceptó una oferta del Banco Cathay para adquirir cartera por un saldo de $2,96 millones, a un precio del 67,1%, lo que equivale a $1,99 millones.
Banco Cathay explicó que esta decisión responde a su interés en fortalecer su portafolio con activos alineados a su perfil de negocios y objetivos estratégicos. Las condiciones de estos créditos se mantendrán sin cambios, respetando los términos establecidos en los contratos originales.
Además, el Conassif aprobó la venta de derechos sobre contratos de arrendamiento (leasing) de Desyfin al BCR Leasing Premium Plus, una subsidiaria del conglomerado financiero del Banco de Costa Rica (BCR).
En total, la entidad asumirá 1.083 operaciones a un precio neto de compra de hasta ¢14.618 millones. El monto representa un 82,80% del saldo bruto de los activos, cuyo valor real es de ¢17.655 millones; es decir, hubo un descuento del 17,2%.
El 29 de agosto, el BCR había asegurado que la cartera de derechos adquirida muestra una alta calidad crediticia, con un 84% al día y con activos concentrados en vehículos, equipo médico, constructivo y maquinaria.
En la sesión del 26 de setiembre, el Consejo también adjudicó la venta de los inmuebles ubicados en Oficentro Centro Veintisiete, en Escazú, pertenecientes a la Financiera, por $3,86 millones a Credix World.
¿Qué queda en Desyfin?
Al 30 de junio pasado, la Financiera Desyfin contaba con activos por ¢146.811 millones, según el acuerdo en el que el Conassif solicitó la declaratoria de quiebra de la entidad al Juzgado Concursal.
El rubro principal de los activos son las inversiones, que ascendían a ¢76.441 millones, y la cartera de crédito, cuyo valor neto era de ¢58.664 millones. Al dicho corte, no se precisa si el saldo de los préstamos para incluye las operaciones adquiridas por Improsa y Cathay.
En relación con las obligaciones con el público, sumaban ¢112.535 millones. Ese rubro es el principal de los pasivos de Desyfin, que al cierre de junio ascendían a ¢160.643 millones.
Ante este panorama, la Financiera registró un déficit patrimonial de ¢13.831 millones al 30 de junio, lo que evidencia su “incapacidad para atender sus obligaciones”, dado que sus pasivos superan a sus activos.
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La entidad residual que pasará al proceso concursal concentra activos de baja calidad, principalmente cartera deteriorada, con una estimación del 51%. En total, son unos 3.000 acreedores.
Los ahorrantes garantizados de Desyfin, con ¢6 millones o menos, recibieron el 100% de sus dineros. Mientras que a quienes tenían más de ese monto se les devolvió un 73,32% sobre el exceso de ¢6 millones.
Desyfin fue intervenida el 13 de agosto de 2024 por la deficiente administración de su cartera de crédito. Luego fue declarada inviable y se ordenó su resolución el 9 de octubre de ese año.