Las tarjetas de crédito y débito se han convertido en un elemento atractivo para la industria criminal, que con diversos métodos busca estafar a las personas que utilizan este método de pago. Tres de cada 10 usuarios (31%) afirmaron haber sufrido algún intento de fraude, según la encuesta Estudio de Tarjetas de Pago de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF).
La investigación determinó que en el 19% de los consumidores consultados sí se concretó el fraude con sus de tarjetas de crédito o débito. Es decir, cinco de cada 10 personas (50%) de las que participaron en el estudio sufrió de una estafa o al menos le hicieron el intento.
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El estudio reveló que las personas con grado académico universitario mostraron los niveles más altos de fraudes (35%), o de intentos con estafa con sus tarjetas (21%). El informe también muestra que un porcentaje importante de familiares de las personas consultadas han sido víctimas de las organizaciones criminales dedicadas a cometer fraudes con este método de pago.
De acuerdo con los datos brindados por la OCF, el 39% afirmó que un familiar vivió un intento, y al 32% se le llegó a materializar el delito. Del total de personas que sí resultaron afectadas, el 88% puso la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“El estudio expone la experiencia que han tenido las personas que poseen tarjetas de crédito y débito, respecto a las actividades delictivas como lo son los fraudes; al mismo tiempo, trató de identificar si procedieron a presentar la denuncia respectiva, su percepción de ese proceso y por último, la calificación que le dan al uso del PIN, como elemento de seguridad a la hora de realizar un pago. Los resultados reflejan, en general, que el mercado de las tarjetas sigue siendo un atractivo para el hampa”, explicó Danilo Montero, director general de la institución.
En cuanto al uso del PIN como elemento de seguridad a la hora de realizar compras mayores a ₡30.000, a los usuarios se les consultó si estaban de acuerdo o no con la implementación de la medida. De las personas entrevistadas, el 55% aseguró estar en desacuerdo.

En general, las personas se sienten más seguras con el uso del datáfono y el documento de identidad para realizar las transacciones. El 35% indicó que les basta con que les acerquen el datáfono sin tener que digitar el PIN, mientras que el 31% ve bien que les soliciten el documento de identificación.
Según los datos, solamente dos de cada 10 usuarios (20%) está de acuerdo con el uso del PIN para compras mayores a ₡30.000. Por otra parte, el 9% prefiere utilizar un dispositivo móvil para pagar, como celulares o relojes, mientras que solo el 1% prefiere cancelar en efectivo.
La encuesta se realizó entre la última semana de febrero y la primera del mes de marzo, a un total de 1.406 personas vía telefónica, residentes de la zona urbana y rural de todo el país. La investigación tiene un margen de error de 2,8%.
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