La prohibición del uso del insecticida clorpirifos en Estados Unidos obliga a los bananeros costarricenses a sustituir su uso, para evitar eventual presencia del producto en las exportaciones a ese país.
La situación, empero, no toma por sorpresa ni a la industria bananera ni al Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), porque lograron acelerar el registro y el cambio de uso hacia otro plaguicida desde junio del 2020.
Un informe provisional, no oficial, de fecha 18 de agosto del 2021 (versión previa a la publicación de una regla final), establece que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), prohibió el uso de ese producto.
El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) reconoció la existencia de ese documento, pero recalcó que todavía no es información oficial, por lo cual no puede referirse al mismo.
“La decisión oficial se deberá publicar en el Registro Federal, lo cual suponemos que se hará en fechas próximas y comunicada como corresponde ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, señaló el SFE en una respuesta por escrito.
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Federico Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Insumos Agropecuarios, dijo que para ellos la noticia tampoco es oficial todavía y que solo la conocen por publicaciones periodísticas en Estados Unidos.
Añadió que hay pocos sustitutos de ese insecticida y que la mayoría no se han logrado registrar en Costa Rica, ante los problemas y trabas con ese procedimiento a escala local.
El SFE (entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Ganadería) explicó que el clorpirifos está registrado y se utiliza en Costa Rica en cultivos como banano, mango, piña, melón y chayote. Pero el primero de ellos sería el afectado.
Proceso
El SFE agregó que, en el 2019, la Comisión de Comercio de los Estados Unidos realizó un estudio sobre el impacto económico global a la tolerancia de los plaguicidas ante la disminución de LMRs (Límites Máximos de Residuos) o eliminación total de estos, dentro de los que se encontraba clorpirifos.
Para el país el problema se suscitaba, desde aquel informe, en el uso en los cultivos bananeros. Esto porque aquí también se utiliza en mango, piña, melón y chayote, entre otros. Sin embargo, para ninguno de estos otros, los estadounidenses tienen establecidos LMRs, lo cual implica que su uso está prohibido.
Para el caso el banano si hay LMRs en Estados Unidos y ante el estudio el 2019, el SFE informó que se realizó un trabajo conjunto con los productores y representante de la industria de esa fruta.
La labor derivó, según el SFE, en que en junio del 2020 se concretó el registro del piriproxifen, una molécula sustituta del clorpirifos y aceptada en Estados Unidos.
Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), considero que aunque en este caso y mediante coordinación se logró una salida apurada, es otra prueba de la necesidad de desentrabar el registro de plaguicidadas en Costa Rica.
El registro de nuevas moléculas está entrabado desde el 2004 por impugnaciones de diferente origen al reglamento que regularía el tema.
“La realidad es que el país pierde competitividad porque nosotros los agroexportadores no podemos utilizar herramientas de nueva generación que nos permitan continuar accediendo a nuevos mercados y mejorar las capacidades del sector”, aseveró Bonilla.
Para el caso específico del clorpirifos, el SFE comunicó que el uso de ese ingrediente activo ya venía en descenso. Las cifras indican que en el 2017 el uso aparente (importaciones menos exportaciones) de esta molécula llegó a 322.020 kilogramos, mientras que en el 2020 se ubicó en 141.104 kilogramos.