EscucharCosta Rica se comprometió a eximir de recargos arancelarios a 4.437 toneladas métricas de azúcar de Brasil, hasta el 19 de agosto de 2023, como una compensación derivada de la aplicación de salvaguardias por parte del Gobierno a las importaciones de ese producto desde el país suramericano. También se incluyó una cuota de etanol para cuando se decida utilizarlo.
En un comunicado de prensa divulgado por el Gobierno de Brasil, el 4 de octubre, se indica que los ministerios de Economía; de Relaciones Exteriores; y Agricultura y Ganadería de ambos países establecieron el acuerdo, el pasado 30 de setiembre. En él también se pactó una exoneración al impuesto a la importación de etanol, por un año, en el momento que Costa Rica decida utilizar el compuesto para mezclarlo con gasolina.
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El embajador brasileño Antonio Da Costa explicó a La Nación que aunque la propuesta del país para compensar les parecía insuficiente, la decisión fue aceptar las condiciones para resolver el problema de manera amigable, antes que aplazarlo o continuar con el proceso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“En aprecio por el hecho de que Costa Rica se dispuso a resolver y superar este problema en nuestra agenda bilateral, aceptamos y estuvimos de acuerdo con esa medida de compensación. Tan pronto esté efectivo, vamos a suspender las contramedidas que habíamos adoptado en la OMC y a comunicar que llegamos a un acuerdo”, añadió Da Costa.
El diplomático afirmó que desde noviembre del año anterior Brasil aceptó la propuesta hecha por Costa Rica, y que así lo informaron al Ministerio de Comercio Exterior (Comex), pero que no hubo respuesta hasta que el actual jerarca de Comex, Manuel Tovar, se puso en contacto con él para retomar las negociaciones.
“En noviembre del año pasado, Brasil había decidido aceptar los términos de la compensación que Costa Rica había propuesto, aunque evidentemente no estábamos 100% satisfechos, porque nos parecían insuficientes a la luz de los daños de la medida de salvaguardia, que seguimos considerando poco sostenible”, afirmó Da Costa.
El embajador brasileño aseguró que la propuesta hecha por la actual administración no tuvo cambios de fondo en relación con la presentada en noviembre. “Las cuotas que nos fueron concedidas, la concesión en etanol, cuando Costa Rica decida utilizarlo, eso quedó como había sido acordado en noviembre”, puntualizó.
Sobre la concesión del etanol, el diplomático brasileño comentó que fue “un gesto” de Costa Rica, pero que no hay nada concreto al respecto. “Nosotros apreciamos el gesto, pero no tiene en este momento ninguna incidencia comercial”, agregó.
La disputa
La salvaguardia a las importaciones del azúcar proveniente de Brasil y Canadá se impuso desde agosto del 2020, con una vigencia de tres años. En ese entonces, Costa Rica puso un recargo adicional de 27,68 puntos porcentuales al arancel vigente sobre ese producto, por lo cual se elevó del 45% normal al 72,68% en el caso brasileño.
De acuerdo con la definición de la OMC, las medidas de salvaguardia se definen como “de urgencia” con respecto al aumento de las importaciones de determinados productos cuando esas importaciones hayan causado o amenacen causar un daño grave a la rama de producción nacional del miembro importador.
En el caso de Costa Rica, el arancel al azúcar fue determinado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y respondió a una petición del sector azucarero local, que se quejó de un aumento inusual de las exportaciones. Meses después, Brasil elevó el caso a la OMC, específicamente al Consejo de Comercio de Mercancías.
En respuesta a esa medida y ante la ausencia de un acuerdo, en noviembre del 2020, el Gobierno de Brasil suspendió las concesiones de importación de algunos productos, respaldado por el Acuerdo de Salvaguardias de la OMC. No fue hasta este año en que lograron la firma del acuerdo.
El embajador brasileño confirmó que las contramedidas tomadas por Brasil contra los productos costarricenses como sustancias de origen animal, chocolates y preparaciones alimenticias con cacao, extractos, esencias o concentrados de té y condimentos, quedaran sin lugar una vez que entre en vigencia el acuerdo, en un plazo de 30 días.
El país se comprometió a otorgar un contingente arancelario de importación por un volumen total de 4.437 toneladas métricas de azúcar brasileña, con una vigencia hasta el 19 de agosto del próximo año. Brasil y Canadá son los principales orígenes del azúcar importado por Costa Rica.
Según datos de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), el país importó alrededor de $5 millones en azúcar brasileña en el 2020 y la cifra se redujo a $3,3 millones en el 2021. En el caso de Canadá, para el 2021, la cifra fue de $1 millón.
Al respecto, Da Costa manifestó que el acuerdo de compensación no va a retomar los niveles que tenía Brasil en cuanto a las exportaciones de azúcar hacia Costa Rica, pero ven con optimismo la resolución, que les permitirá tener conversaciones más positivas con el país.
“Nuestra expectativa es que este acuerdo nos permita tener una agenda positiva y constructiva con Costa Rica, para discutir la ampliación de las relaciones económicas comerciales en doble vía, pero sobre todo las inversiones de Brasil a Costa Rica, que tengamos posibilidad de abrir espacios de intensificación de nuestras relaciones”, manifestó.
Resolución con Canadá
En el caso de Canadá, en junio del 2021 Costa Rica logró un acuerdo en escala técnica, para compensar al país norteamericano por la aplicación de la salvaguardia costarricense al azúcar. Ese país también había presentado una queja ante la OMC, por lo que se llevaron a cabo negociaciones bilaterales para evitar sanciones.
Un mes después, Costa Rica eliminó la salvaguardia a una parte de las importaciones de azúcar desde Canadá. En este caso, el arancel era menor al impuesto al producto brasileño, puesto que solo le aplicaba los 27,68 puntos porcentuales de la medida, al contar con exoneración del impuesto común del 45% por Tratado de Libre Comercio (TLC).
Este tipo de acuerdo permite evitar eventuales represalias unilaterales con incremento de impuestos a productos. Una decisión unilateral del país denunciante puede afectar a sectores productivos sin que estén involucrados en el conflicto de manera directa.
