Un plan de emergencia. Esa es la respuesta que esperaría Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación, luego de dar a conocer los resultados del último informe.
Aunque se declara optimista, reconoce que es urgente un cambio en la gestión del MEP y en la docencia, tanto en la formación que reciben los educadores en las universidades, sean públicas o privadas, como en el acompañamiento para que trabajen en las aulas.
La investigadora hizo una y otra vez las advertencias: “Si no damos golpes de timón hoy, no hay futuro”. “Hay que dejar de patear la bola hacia adelante”.
Devolver a las aulas a 53.000 niños y jóvenes y asegurar que las escuelas ofrezcan el currículum completo están entre las urgencias.
Para lograrlo, sin embargo, se requiere un compromiso general y un freno al momento de crispación “donde están todos contra todos”.
Román recuerda que la sociedad civil también puede cometer “mala praxis” y lo haría con huelgas prolongadas que pueden llegar a generar “ciclos de exclusión educativos” que solo producirán una sociedad más desigual.
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