
Un grupo internacional de astrónomos identificó moléculas orgánicas complejas en el hielo que rodea a una protoestrella situada fuera de la Vía Láctea. Se trata de la primera vez que estos compuestos químicos, relacionados con el origen de la vida, fueron observados en una galaxia diferente: la Gran Nube de Magallanes.
El hallazgo fue detallado el 20 de octubre en el Astrophysical Journal Letters, tras un análisis profundo realizado con el instrumento MIRI del Telescopio Espacial James Webb (JWST), con el apoyo de la Nasa. La observación se centró en la protoestrella denominada ST6, ubicada a una distancia de 160.000 años luz de la Tierra.
Los científicos destacaron que, gracias a la sensibilidad del telescopio, lograron obtener un espectro con información inédita, lo que permitió detectar moléculas con al menos seis átomos, uno de ellos de carbono, clasificadas como moléculas orgánicas complejas (MOC).
Alcoholes y ácidos hallados en el espacio interestelar
Los análisis confirmaron la presencia de cinco moléculas orgánicas en el entorno de la protoestrella. Entre estas se encuentran metanol y etanol, ambos tipos de alcohol presentes en la Tierra. También se identificaron formiato de metilo, acetaldehído y ácido acético, este último descubierto por primera vez en forma de hielo en cualquier parte del espacio.
La investigación reveló además la existencia de gliceraldehído, una molécula clave para la formación de azúcares esenciales en la estructura del ARN, lo cual podría representar un indicio relevante en el estudio del origen químico de la vida. No obstante, los expertos advirtieron que aún se requieren más estudios para establecer conclusiones firmes.
Un entorno cósmico que imita el universo primitivo
La región de la Gran Nube de Magallanes, donde se halló esta protoestrella, presenta baja metalicidad, es decir, una cantidad reducida de elementos más pesados que hidrógeno y helio. Esto la convierte en un entorno similar al de las primeras galaxias del universo.
Según los astrónomos, los resultados indican que la química orgánica compleja podría haberse desarrollado incluso en ambientes hostiles, como aquellos que existieron durante las etapas iniciales del cosmos. Esta hipótesis sugiere que moléculas esenciales para la vida habrían podido sobrevivir al proceso de formación planetaria, y posteriormente incorporarse a planetas jóvenes.
La responsable del estudio adelantó que su equipo pretende extender la investigación a más protoestrellas dentro de la misma galaxia, así como en la Pequeña Nube de Magallanes, la cual es aún más cercana a la Tierra.
Hasta ahora, solo se ha logrado detectar moléculas orgánicas complejas en cuatro fuentes dentro de la Vía Láctea y una en la Gran Nube de Magallanes. Por ello, los científicos enfatizaron la necesidad de analizar una muestra más amplia, para determinar si existen variaciones en la abundancia de estas moléculas entre distintas galaxias.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
