
Cultivar un árbol de aguacate en casa se ha convertido en una alternativa atractiva para quienes desean controlar el proceso de cultivo y reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.
Esta práctica no solo permite obtener frutos más frescos y sabrosos, también representa una opción más segura para la salud y el medio ambiente.
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Etapas iniciales del cultivo
El proceso comienza con la germinación de la semilla. Se coloca la semilla en un vaso con agua, a medio llenar, sosteniéndola con palillos para evitar que se sumerja por completo. En unas tres o cuatro semanas, aparecerá la raíz. A partir de ese momento, se puede plantar en tierra.
Otra alternativa consiste en sembrar la semilla directamente en el suelo. En este caso, se debe regar con frecuencia y abundancia. En unos 15 días comienzan a desarrollarse las raíces y alrededor de los 30 días se observa el brote de las primeras ramas.
También existe la opción de utilizar injertos, una técnica ideal si se busca una producción rápida y de mayor calidad. Sin embargo, para quienes tienen recursos o conocimientos limitados, la siembra a partir de semilla representa una opción más accesible.
¿Se necesita otro árbol cerca?
Se ha extendido la creencia de que el árbol de aguacate necesita otro ejemplar cercano para poder dar frutos. Según expertos, aunque algunas variedades pueden producir frutos estando solas, contar con otro árbol —preferiblemente de una variedad compatible— puede aumentar notablemente la producción de ambos.
En caso de sembrar un aguacate en maceta, los resultados suelen ser limitados. Este árbol alcanza un porte mediano o grande, por lo que requiere espacio y suelo directo para desarrollarse adecuadamente. En maceta no crecerá lo suficiente ni producirá con abundancia.
Cómo lograr una producción temprana
Para reducir el tiempo de espera y lograr que el árbol produzca en menos años, se recomienda el uso de injertos. Esta técnica consiste en unir una raíz o portainjerto resistente con una yema productiva y de calidad, como la variedad Hass o Fuerte.
Mientras un árbol de aguacate cultivado desde semilla puede tardar entre 6 y 13 años en comenzar a producir, uno injertado puede dar frutos en tan solo 3 o 4 años. Además de acortar el tiempo, los injertos mejoran la resistencia a enfermedades, el sabor y la calidad del fruto, así como la adaptabilidad a distintos tipos de suelos y climas.

Cuidados fundamentales
El árbol de aguacate no tolera exceso de humedad, ya que esto facilita la aparición de hongos en el suelo, los cuales pueden provocar su muerte. El riego debe ser moderado y ajustado al tipo de suelo y clima.
En cuanto a la poda, se recomienda hacerla cuando sea necesario. Al tratarse de una planta perenne, se puede podar en cualquier momento del año, siempre que no haya temperaturas extremas. La poda favorece la entrada de luz al interior del árbol y evita un crecimiento excesivo en altura.
Este árbol no se adapta bien a todos los climas. No tolera heladas ni suelos pesados. En zonas propensas a bajas temperaturas, se debe ubicar en lugares protegidos, como cerca de muros o cortinas vegetales. Prefiere climas templados, libres de heladas, y suelos de tipo franco o franco-arenoso.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.