![AT2025ulz unió rasgos de kilonova y supernova. La posible superkilonova motivó nuevas búsquedas de eventos similares [Imagen con fines ilustrativos]](https://www.nacion.com/resizer/v2/CXJEQ4DDVFHSXECMJUFM3N45KQ.png?smart=true&auth=4af01a7d1304726b26188d9578273fc9b2f732d69acf519151e5f486c139d51d&width=1920&height=1080)
Un evento a 1.300 millones de años luz mostró señales consecutivas de kilonova y supernova. El fenómeno recibió el nombre AT2025ulz y alteró modelos clásicos sobre explosiones estelares.
La alarma inicial surgió el 18 de agosto de 2025. El LIGO, en Estados Unidos, y el Virgo, en Italia, registraron un señal de ondas gravitacionales que señaló la fusión de dos objetos compactos. Los datos indicaron que uno de ellos tenía masa inferior a la de una estrella de neutrones típica.
Minutos después, la comunidad astronómica recibió un aviso sobre la posible zona de origen. Horas más tarde, el Zwicky Transient Facility (ZTF) detectó un objeto rojo con caída rápida en su brillo. La distancia estimada fue de 1.300 millones de años luz.
La coincidencia entre la posición y el registro gravitacional sugirió una nueva kilonova. La revista Astrophysical Journal Letters publicó el análisis técnico el 15 de diciembre.
El astro cambió su comportamiento
AT2025ulz mostró primero señales compatibles con una kilonova. La luz se presentó intensa. Su disipación ocurrió con rapidez. La tonalidad roja indicó formación de elementos pesados.
Días después, la fuente volvió a iluminarse. La luz se tornó azulada. El espectro reveló hidrógeno, un elemento típico de supernovas por colapso del núcleo. El comportamiento no coincidió con el de una kilonova tradicional.
Algunos especialistas consideraron que se trataba de una supernova sin relación con el registro gravitacional. Su argumento se basó en la distancia, ya que supernovas remotas no producen ondulaciones detectables por LIGO o Virgo.
El equipo responsable del estudio examinó los datos y concluyó que tampoco encajaba con supernovas conocidas. Los registros de ondas gravitacionales mostraron además un objeto con masa inferior a la del Sol. La predicción existía en modelos teóricos, aunque nunca se había observado.
La hipótesis de la superkilonova
Modelos recientes describen un escenario específico. Una estrella muy masiva y con rotación extrema puede colapsar y dividirse en dos estrellas de neutrones subsolares. Estas estrellas se acercan entre sí y colisionan horas o días después de la explosión inicial. Esa colisión produce una kilonova.
La nube de detritos de la primera explosión altera la lectura de la segunda. El resultado genera señales mezcladas. En ese marco, AT2025ulz podría representar la primera superkilonova registrada.
Los investigadores indicaron que la hipótesis requiere nuevos eventos. Su detección depende de observatorios avanzados como el Vera Rubin, el telescopio Nancy Roman y futuras generaciones de detectores gravitacionales.
AT2025ulz se mantiene como uno de los eventos más enigmáticos del panorama reciente. El estudio subrayó que el Universo conserva fenómenos capaces de desafiar explicaciones actuales.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
