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CLOUD consiste en una cámara con instrumentos que reproducen la atmósfera, la formación de aerosoles y nubes. | CORTESÍA DEL CERN
Los cielos de la era preindustrial, cuando la atmósfera no acumulaba tantas partículas y gases procedentes de combustibles fósiles, poseían más nubes de lo que los científicos creían.
Los resultados del experimento Cosmics Leaving Outdoor Droplets (CLOUD), de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (más conocida como CERN), evidenciaron que los vapores orgánicos emitidos por los árboles producen más aerosoles en ausencia de ácido sulfúrico. Los aerosoles son partículas microscópicas suspendidas en el aire.
Antes, los científicos creían que el ácido sulfúrico, generado mayormente por combustibles fósiles, era indispensable para iniciar la formación de aerosoles en la atmósfera. Conforme estos aerosoles ganan tamaño, pueden llegar a formar nubes.
Para Jasper Kirkby, vocero de CLOUD, estos datos sobre la formación y crecimiento de aerosoles deben incluirse en los modelos climáticos.
“Esto debería afinar nuestro conocimiento del impacto de las actividades humanas en las nubes y el clima”, dijo Kirkby en un comunicado de prensa.
Los hallazgos del experimento del CERN, que se inició en noviembre de 2009, fueron publicados en la revista Nature .
¿Cómo se estudia? El objetivo de CLOUD es entender cómo se forman las nuevas partículas en la atmósfera y los efectos que esto tiene sobre las nubes y el clima.
Con ello, el CERN estaría proveyendo de información científica al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), asesor científico de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Para lograr ese objetivo, los científicos echaron mano de una cámara de 26 metros cúbicos de volumen, la cual está llena de aire sintético generado a partir de nitrógeno y oxígeno líquido.
La atmósfera y presión dentro de esta cámara es monitoreada a partir de instrumentos. Gracias a esto, los investigadores pueden reproducir la formación de aerosoles y nubes en condiciones controladas.
Utilizan un haz de partículas del Protón Sincrotrón a manera de rayos cósmicos, como los que bombardean la Tierra desde el espacio, para simular las condiciones que se dan entre la superficie terrestre y la estratosfera.
Lo que se mide y analiza es el efecto del haz de partículas sobre la producción de aerosoles y las nubes dentro de la cámara.
De hecho, esta es la primera vez que se utiliza un acelerador de alta energía para realizar estudios relativos a las ciencias climáticas y atmosféricas.
En CLOUD participan 17 instituciones científicas procedentes de Alemania, Austria, Estados Unidos, Finlandia, Portugal, Reino Unido, Rusia y Suiza.