Madrid. Tras el paréntesis pandémico del 2020, el desfile del Orgullo regresó este sábado a Madrid en formato reducido, sin carrozas ni escenarios, en una cita marcada por las reivindicaciones del colectivo trans.
Con el ánimo festivo y un aforo limitado a 25.000 personas, miles se echaron a las calles de la capital española para participar en la tradicional marcha del movimiento LGTBIQ, en la que la bandera arcoíris se lució en globos, mascarillas y parasoles.
El desfile, que por la situación sanitaria no incluyó carrozas ni escenarios, tuvo por lema “Los derechos humanos no se negocian, se legislan: ley integral trans ya”.
La marcha de este año se realizó la misma semana en que el gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez aprobó un anteproyecto de ley que permitiría a todo ciudadano español de al menos 16 años —e incluso desde los 14, en algunos supuestos— cambiar la mención de su sexo en el registro civil, con solo solicitarlo.
La iniciativa exime al solicitante de los hasta ahora prescriptivos informes médicos. Si la iniciativa se aprueba en el Parlamento, la misma convertirá a España en uno de los poquísimos países de Europa que autorizan la autodeterminación de género.
"Este es un año puramente reivindicativo, está marcado por las leyes que están en el Congreso de los Diputados", dijo a la prensa Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM, un veterano colectivo LGTB con sede en Madrid.
El anteproyecto de ley es una victoria para el movimiento trans, y un tanto también para la izquierda radical de Podemos, que había empujado a favor de la medida, frente a las reticencias de algunos de sus socios socialistas de gobierno.
En el cortejo de este sábado estuvieron precisamente tres ministras de Podemos: Irene Montero (Igualdad), Yolanda Díaz (Trabajo) e Ione Belarra, titular de Derechos Sociales y líder de la formación.
“Este Orgullo de 2021 hacemos historia”, dijo a propósito Irene Montero, quien como promotora de la llamada Ley Trans, presumió de un texto que “amplía las oportunidades de felicidad de la gente”.